"No existe marco más adecuado que el venerable recinto de la Sinagoga de Samuel Levi" para la instalación del Museo Sefardí de Toledo. Así disponían Francisco Franco y su ministro de Educación Nacional, Manuel Lora Tamayo en el decreto fechado en 1964, por el cual se creaba este centro museístico nacional. En este mes de abril cumple 60 años.
En Toledo, una ciudad que "como ninguna otra en España, se halla impregnada de elementos hebraicos", decía aquel decreto franquista, se ponía en marcha un "centro de estudio e irradiación" de la cultura hebraico-española.
La celebración de este aniversario se produce en un complejísimo momento geopolítico, con una escalada bélica de Israel en la franja de Gaza, pero este Museo Nacional, que fue el cuarto más visitado durante 2023 con 250.000 asistentes, dice tener clara su misión y su papel.
Por ejemplo, que el propio edificio es un ejemplo de convivencia de varios elementos culturales de otras religiones. "En una sinagoga, encontrar inscripciones en árabe en su artesonado no es nada común. No es algo habitual que un edificio destinado a un uso religioso concreto conlleve elementos culturales de otras religiones. Pero Toledo y la Castilla de ese momento [siglo XIV], la historia de España realmente se compone de un relato muy complejo desde la diversidad", explica la directora del museo, Carmen López.
López defiende así que hay un mensaje que ha existido "siempre" en el edificio, y que es también parte del presente y, por supuesto, del futuro del recinto. "Seguimos luchando por el fomento de la diversidad y la tolerancia entre identidades", asevera en conversación con elDiarioclm.es el día en el que se inaugura la exposición 'Revelando el olvido', que realiza un recorrido por los 60 años del Museo Sefardí.
Dentro de esta diversidad cultural, la perspectiva judía es importante, explica, porque fue una cultura que siempre se instaló donde la religión predominante era otra. "El mundo sefardí se instaló en países de mayoría musulmana o en Castilla, donde vivieron en una época predominantemente cristiana. Siempre en minoría, pero con una aportación cultural e incluso médica o científica diferente", explica López.
"La perspectiva sefardí sigue vigente en nuestra sociedad, también en este contexto actual de crisis. Ojalá culmine pronto el conflicto que desgraciadamente vivimos", afirma la directora en relación a la guerra en Gaza. Cree que el mensaje de paz que se puede lanzar desde el museo es aún mayor al venir de una ciudad como Toledo, que "puede hablar mucho de la coexistencia de religiones y reducir fronteras culturales". "El museo seguirá trabajando en esta línea y misión institucional", remata.
Entre las actividades que acoge el Museo para celebrar seis décadas de vida se encuentra 'Revelando el olvido', una exposición presencial, pero mayormente virtual, por la que se pueden recorrer momentos e hitos de la historia del centro. Se ha optado por este formato para ayudar a que el mensaje sea más amplio y pueda superar las fronteras de Toledo y de España.
Fue, por explicarlo de algún modo, el mismo museo el que se marcó la necesidad de celebrar este importante aniversario. "Los fondos documentales nos han marcado un momento de ofrecerle un proyecto de divulgación al museo, de hacer una mirada al pasado y entender nuestro presente para seguir trabajando el futuro", explica Carmen López, que explica que los archivos no suelen estar presentes en los museos de forma "tan activa", por lo que realizar esta exposición ha sido un "reto".
Por otro lado, desde el Museo Sefardí tienen claro que la perspectiva debe ser la de estar ubicado en un foco cultural "de primer nivel" como es la ciudad de Toledo. "Tenemos que seguir trabajando en la mejora de su calidad y contribuyendo en todo lo que podamos, también en clave nacional, para ir descubriendo a la sociedad española y a otras la importancia de la cultura hispanojudía y sefardí y en cómo contribuyó al desarrollo del país".
En sus 60 años de existencia, el Museo Sefardí se ha vuelto un símbolo para toledanos y toledanas, no solo para sus visitantes. En la inauguración de la exposición, el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez resaltaba que se trata del edificio hispanojudío "más importante" de España. Aunque también, "mucho más que eso". Velázquez recordaba que el edificio ha sido todo lo que ha sido Toledo: sinagoga, iglesia e incluso un barracón durante la invasión francesa.
Por su parte, Leticia Lastre, de la Subdirección General de Museos estatal, recordó que las obras de restauración del centro hicieron que su apertura se retrasase hasta 1971 y que la exposición 'Revelando el olvido' quiere mostrar cómo el edificio cobró nuevo impulso al ser declarado como museo. Asimismo, recordó que el edificio fue declarado monumento nacional en 1877, y que se incluyó en 1911 en el Patronato del Museo del Greco. Por eso, esta muestra que se ofrece es una manera de profundizar en la historia de todos los aspectos que tiene el museo.
Juan Ignacio de Mesa ha sido presidente de la Asociación de Amigos del Museo Sefardí durante más de cuatro décadas y ha querido destacar el papel de varias personalidades que han propiciado la existencia del museo, empezando por Samuel Leví, fundador de la sinagoga, hasta el marqués de la Vega Inclán quien impulsó su difusión patrimonial desde el turismo. "Es un proyecto que vale la pena y supera los muros de esta joya, porque todos formamos parte de un mismo cometido al que debemos aportar lo mejor que podamos", recalcó el también exalcalde de Toledo. "Vamos a por los cien", celebró.
Finalmente, Milagros Tolón, delegada de Gobierno y también antigua alcaldesa de Toledo, resaltó que la capital y el museo son referentes de "muchas cuestiones" para el mundo judío. "Durante siglos, [Toledo] fue la gran Judería de Occidente, convirtiéndose en el faro de las demás", destacó.
Exposición virtual
'Revelando el olvido' se estructura en tres partes para explicar la historia del museo. De sinagoga a Iglesia; de Iglesia a monumento y de monumento a museo. Es un recorrido con fotografías históricas que empieza en el siglo XIV, pasando por su asignación a la Orden de Calatrava, los "difíciles años" de persecución y expulsión que vivieron los judíos. La muestra ofrece también una reflexión sobre lo que ha pasado el edificio desde la desamortización de Mendizábal y su declaración como Monumento Nacional en 1877, que abrió una "nueva vía de comprensión y sensibilidad hacia su pasado".
En cuanto al futuro del museo, afirman que los ejes de trabajo serán la accesibilidad, sostenibilidad, la multiculturalidad y la participación de los públicos. Todo, con la intención de convertirse en un ente "vivo, integrado y consustancial a Toledo, siendo un reflejo de sus épocas más duras y oscuras, pero también de las de más esplendor".