Los hermanos Rocío y Jorge González Cabello integran el Dúo Metha, una iniciativa que conjuga música con la investigación y difusión de la música compuesta y escuchada durante el holocausto. Este 26 de enero llegan al Museo Sefardí de Toledo para ofrecer ‘El sonido del holocausto’, un concierto de entrada libre y que comenzará a las 19.00 horas y que servirá como homenaje para el Día de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto. Los hermanos González Cabello han estudiado en España y Polonia, y han recibido clases de maestros como Joaquín Achúcarro, Andrew Ball, Claudio Martínez Mehner, Andrzej Pikul, Radu Blidar, Leticia Moreno, Vicente Cueva, Cecilia Bercovich y Victor Bercovich, entre otros.
En su trayectoria, cuentan actuaciones en salas como el Palacio de Verano de Paderewski, el Instituto Nacional Polaco, el Círculo de Bellas Artes, el Museo del Romanticismo y el Centro Sefarad. Para homenajear a las víctimas del holocausto han tocado también en el Senado de España, y han ofrecido numerosas conferencias y conciertos para difundir su labor de investigación. "Hemos basado nuestro trabajo en lo ocurrido en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, pero también en los guetos de Cracovia y Varsovia, así como el de Terezín, en la actual República Checa", explica Rocío.
Su trabajo les ha llevado a recopilar las obras que han sido tocadas, pero también compuestas en los propios campos de concentración y su objetivo es ayudar al oyente a contextualizar los hechos ocurridos durante los años de la Segunda Guerra Mundial en estos lugares. "Así, queremos rendir homenaje a las personas y las víctimas que sufrieron esta horrible guerra", asegura González. Todo comenzó con una foto de una orquesta en Auschwitz, en su primera visita al campo de concentración nazi. "Así nace todo el deseo de querer descubrir qué fue lo que pasó", recuerda.
Hace tres años pudieron acceder a los propios archivos del campo y conversar con su encargado, lo que impulsó la investigación al poder estudiar partituras que se compusieron en el mismo campo, así como las transcripciones que se hicieron en Auschwitz-Birkenau de sinfonías de compositores como Beethoven o Mozart. "Se trata de transcripciones que querían adaptar las obras al conjunto instrumental del campo, que muchas veces no era una orquesta al uso", señala.
El principal objetivo, recalca, es intentar que la gente conozca la historia de lo ocurrido durante estos años. "Me sorprende mucho que hay hechos que no se conocen, o que se hable de holocausto y no se tiene. Por eso, lo que queremos es que no se olvide lo que ocurrió para que no vuelva a repetirse nunca. Hoy seguimos cometiendo errores muy parecidos, y tenemos que tener mucho cuidado", asegura. "Estamos muy emocionados de tocar en la sinagoga. Es un lugar maravilloso, de los lugares hispano judíos más importantes de toda España", concluye Rocío.