
Castillo de Maqueda / De Rowanwindwhistler - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18001414
Se rehabilitó, con una inversión de unos 9 millones de euros, para ser el Museo de la Guardia Civil, un proyecto que no salió adelante. Y en los últimos años se estudió la posibilidad de que pudiera convertirse en museo de memoria democrática pero finalmente, el Castillo de Maqueda va a convertirse en un hotel de 4 estrellas.
Así lo ratifica a este medio Javier Algarra, portavoz del grupo hotelero América de Construcciones y Turismo (Amcotur), empresa con sede en Santa Cruz de Tenerife, empresa que ha adquirido este monumento por 3,25 millones de euros, el precio para la venta directa que había fijado la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (GIESE), tres veces menos de lo que costó la inversión pública.
Cabe recordar que el organismo del Ministerio del Interior lo ha subastado en distintas ocasiones, primero por 9,7 millones, y después rebajándolo sucesivamente hasta llegar a la cifra por la que finalmente se ha vendido el castillo, que en 2028 podría ser ya un establecimiento hotelero.
Al menos esa es la previsión que maneja Amcotur, cuyo portavoz apunta que están en la fase final de documentación para finalizar la compra venta. Una vez se ratifique, la empresa realizará un proyecto para remodelar el espacio para el uso pretendido, una actuación que suponen que será costosa y con la que esperan dotar de habitaciones, un spa, una piscina o diversas salas al castillo.
Algarra apunta que la empresa no es ajena a la gestión ni a la rehabilitación de edificios históricos. Ya cuenta con experiencia en castillos, citando como ejemplo el Castillo de Olmillos de Sasamón, en Burgos. Este castillo, que data del siglo XV, fue adquirido en el año 2000 y, tras su rehabilitación, funciona actualmente como un hotel de 4 estrellas.
El nuevo proyecto se presenta como un desafío significativo. Algarra advirtió que la remodelación será "cara y costosa". Uno de los mayores obstáculos es el estado de conservación de la estructura, pues la muralla tiene zonas "muy deterioradas" que requerirán tanto rehabilitación como reconstrucción, cuyo coste aún no se ha determinado.
En cuanto a los plazos, la compañía estima que las obras de remodelación se extenderán entre un año y medio y dos años. El portavoz expresó la esperanza de que, dentro de dos años, sea posible realizar la inauguración del nuevo establecimiento.
El anuncio ha sido recibido "positivamente". "Es una buena noticia para el pueblo y la comarca", señala el portavoz el impacto que ha tenido esta adquisición, que había sido previamente adelantada por El País.
Orígenes e impacto en el municipio
El Castillo de Maqueda, visible desde la A-5, fue un puesto de vigilancia del Imperio Romano y luego una fortaleza de origen árabe en el siglo XV, que al pasar a manos del reino de Castilla también se convirtió en residencia temporal de la reina Isabel la Católica. Su último uso fue como cuartel de la Guardia civil hasta finales del siglo XX, motivo por el que incluso se estudió su conversión en el Museo nacional del instituto armado.
El alcalde del municipio, el socialista Andrés Congosto, confirma a elDiario.es Castilla-La Mancha el futuro uso del castillo. Cuando se planteó su uso como museo de memoria democrática, apuntaba entonces que el objetivo era que pudiera cederse a la Junta de Castilla-La Mancha o al propio Ayuntamiento para desarrollar el proyecto y que todo era “cuestión de voluntad política”. Ahora, Congosto no entiende que se realizara una inversión tan grande y se haya vendido casi tres veces por debajo de su coste. “Habrá sido una cuestión política”, apunta.
“No nos gusta que el castillo esté totalmente abandonado y que al final se haya vendido y no vaya a ser un museo. Estamos un poco frustrados, pero por lo menos no lo ha comprado un propietario privado y será un hotel rural. Eso le dará vida al pueblo, fomentará el turismo y el empleo”, destaca el alcalde. De momento, el Ministerio del Interior no ha contactado con el Ayuntamiento, a la espera de la firma de la venta ante notario.
Según su ficha técnica, el inmueble se distribuye en planta sótano y tres alturas, con una superficie construida de 3.523,8 metros cuadrados. Su seguridad continúa a cargo la Guardia Civil. Los visitantes que allí se acercan solo pueden contemplar por fuera sus amurallamientos, de 3,5 metros de anchura. “De puertas para dentro no conocen nada. Hace unos años sí lo abrieron y lo enseñaron terminado por dentro con las instalaciones del museo terminadas”, explica el acalde.
El castillo data al menos del siglo X. Tomado por el rey Alfonso VI, pasó a manos de Alfonso Yáñez en el año1153, hasta que fue cedido a la Orden de Calatrava en 1157. En el siglo XV fue reedificado casi por completo, respetando únicamente la torre de los Palazuelos en la que se decía que se alojó la reina Isabel la Católica.
La planta del castillo es rectangular ocupando dos niveles distintos de terreno. Sus muros están realizados en mampostería y sillar en los vanos y esquinas con escasos vanos abiertos en ellos. Están protegidos por fosos en dos de sus lados y tres torres circulares en los ángulos al sur y mitad del lienzo este. Posteriormente se añadió una torre más.
Una de las características más destacables del sistema defensivo de esta fortaleza es la disposición de las almenas por parejas. Sobre el antepecho de sillería, en el que a trechos aparecen algunas saeteras, se alzan los merlones emparejados, construidos de mampostería y ladrillo, y rematados por piramidones.
El interior no conserva apenas las construcciones originales
La puerta principal está orientada al norte, formada por un gran arco adovelado, de medio punto, rematada por un alfiz delgado, formado de decoración en perlas y apoyado en sendas ménsulas de decoración vegetal, en cuyo centro alberga un escudo del matrimonio Cárdenas y Enríquez, autores de la reconstrucción de la fortaleza. Esta entrada está protegida por un buen matacán de sillería y ladrillo, con una aspillera redonda y cruciforme.
El interior no conserva apenas las construcciones originales. Las torres mantienen sus pisos, sus bóvedas de ladrillo y sus escaleras de caracol. Pero las antiguas estancias, que llegaron a hundirse por completo, fueron rehechas para albergar las dependencias del cuartel local de la Guardia Civil, abriendo vanos en su ala oriental, y estrechando el patio central con edificios anejos.
En el interior del castillo hay un importante yacimiento arqueológico con restos de las distintas civilizaciones que pasaron por el asentamiento. Ahora queda por ver cómo sus nuevos propietarios integran este gran patrimonio cultural con sus futuro uso turístico.










