![](https://toledodiario.es/wp-content/uploads/2025/02/Foto-de-archivo-de-unas-elecciones-generales-de-Ecuador-en-Espana-Embajada-de-Ecuador-1024x576.webp)
Foto de archivo de unas elecciones generales de Ecuador en España / Embajada de Ecuador
Unas 1.300 personas ecuatorianas están llamadas a las urnas este domingo en Toledo, Castilla-La Mancha, para elegir un nuevo presidente y la nueva composición de la Asamblea Nacional en su país de origen. También lo están los 190.000 ecuatorianos que hay actualmente en España, un número muy alejado del de principios de los 2000 cuando el colectivo se acercaba al millón.
El de Toledo es uno de los 15 recintos electorales fuera de las ciudades con “alta concentración de ecuatorianos”, que se ponen en marcha gracias a la normativa del Consejo Nacional Electoral. Será en el Palacio de Congresos 'El Greco' de la capital autonómica.
Así lo explica Vladimir Paspuel, coordinador de la Asociación Rumiñahui, una entidad que trabaja con migrantes ecuatorianos en España desde 1997. “Estas facilidades que se nos dan, se deben cumplir, porque están en el marco de la ley”, resalta. Fue una modificación de la Constitución ecuatoriana en 1998 la que permite el voto de las personas que viven en el extranjero. “Fue gracias a la lucha de las organizaciones de migrantes que pedíamos que se facilitase la votación a los extranjeros”, resalta Paspuel.
La embajadora de Ecuador en España y Andorra, Wilma Andrade, explica que a través de estos recintos electorales se quieren dar “todas las facilidades a los compatriotas” y también ampliar la participación, que suele rondar, explica, el 60% y 70%. Y esto, no solo en las ciudades en los que se concentran más personas naturales de Ecuador, como Madrid, Barcelona, Murcia o Valencia. Andrade confía en que estas elecciones, al ser presidenciales, despierten el interés y que las personas se acerquen a votar.
No solo eso, sino que las personas que viven en el extranjero en Ecuador tienen también sus propios representantes en la Asamblea Nacional, el Congreso ecuatoriano. Se reservan dos escaños para los llamados asambleístas migrantes, que cuentan con tres circunscripciones especiales: Europa, Oceanía y Asia; Estados Unidos y Canadá y Latinoamérica, El Caribe y África. “De este modo, la voz de los ecuatorianos en el exterior tiene representación y es importante para que sus demandas sean escuchadas”, resalta la embajadora.
Andrade recuerda que existe una conexión importante entre las personas migrantes y su país de origen. “En general son muy solidarios con su país”, recalca la embajadora. “Las remesas retornan a Ecuador. Las personas tienen familiares, sus viviendas incluso, o préstamos en el país que representa cerca del 5% del Producto Interior Bruto. Es un rubro importante, que permite el desarrollo también del Ecuador. Por eso es interesante que tengan esta posibilidad de expresarse”, resalta Wilma Andrade.
Todas las mesas son importantes, señala Andrade, incluso las más pequeñas como las de Toledo. “Además, tienen la posibilidad de hacer un bonito recorrido si no están cerca y no vivan en una ciudad maravillosa como es Toledo. Animamos a que acudan a votar y disfruten del Patrimonio de la Humanidad”, añade la embajadora.
Una mesa receptora de voto por cada 500 votantes
Desde la Asociación Rumiñahui, Vladimir Paspuel explica que son las normas del Consejo Nacional Electoral las que imponen la existencia de las mesas electorales, una por cada 500 votantes. “Es el trabajo de la cónsul de buscar los recintos electorales adecuados, de tal manera que se felicite la participación de los migrantes y que la gente pueda acudir a votar sin mayor dificultad”, explica.
“Es muy importante, porque es una manera de mantenernos vinculados con nuestro país. A medida que pasa el tiempo, el grupo de ecuatorianos que ya está en España tienden a desvincularse del país y a veces sucede”, explica Paspuel, que añade en concreto a los hijos e hijas de las personas que han migrado desde Ecuador a España. Paspuel añade también que los asambleístas de los migrantes cumplen un papel fundamental a la hora de mantener el contacto de las personas que han emigrado con su gobierno.
Paspuel, que también ha sido parte del Foro para la Integración social de los inmigrantes en España, resalta que asociaciones que trabajan con migrantes, como la que coordina, también han luchado por facilitar el derecho a voto no solo de las personas ecuatorianas, sino también de las españolas ante su conflicto por el voto rogado. “Era una vergüenza”, recuerda. “También hemos compartido esta experiencia con los compañeros mexicanos, en su lucha para que ellos también puedan votar en el extranjero”, recuerda.
La experiencia de Ecuador también se ha compartido a través del Pacto Mundial de Migraciones y en el Foro Mundial de Migraciones en Desarrollo. “Compartimos nuestra experiencia y se llevan a cada uno de los países para reivindicar sus derechos”, recalca.
Buscando más participación en el futuro
Wilma Andrade, embajadora de Ecuador en España, también resalta que existen generaciones nuevas que ni siquiera se registran como ecuatorianos. “Han afincado aquí su educación, su formación y trabajo. A lo que aspiramos es que, teniendo en cuenta la doble nacionalidad, puedan participar y se registren para votar”. “Ecuador llegó a ser en un momento dado, en la década de los años 2000, a ser el primer país migrante en España, con alrededor de un millón de ecuatorianos”, resalta Andrade.
Esta migración pasó de ocupar lugares de servicios, cuidados u hostelería a también formarse y trabajar en otros ámbitos, de la salud o técnicos. “Ecuador es una comunidad que se integra, con valores similares y una historia en común. España es el primer socio comercial de Europa para Ecuador, entonces aspiramos que esta relación nunca se pierda y que nuestros compatriotas tampoco pierdan nunca el vínculo.