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Concentración personal de laboratorios del Hospital de Toledo / F. Bravo
Los delegados de prevención del personal estatutario y laboral del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha han comunicado que se han detectado niveles “por encima de rango” de formaldehído en las mediciones llevadas a cabo en los laboratorios del Hospital Universitario de Toledo. En concreto, se refieren a las mediciones realizadas los días 27, 28 y 29 de enero. El personal que trabaja en este servicio del hospital toledano lleva enfermando sin conocer las causas desde el mes de noviembre, y se conocen intoxicaciones de manera prácticamente diaria.
Desde el Hospital confirman que se ha detectado “puntualmente” niveles de este compuesto “por encima de lo recomendado” en la sala de tallado y en el laboratorio del servicio de Anatomía Patológica. Se han adoptado medidas, explican, como el uso obligatorio de equipos de protección individual (EPI´S) para todos los profesionales que desarrollan su labor en el servicio de Anatomía Patológica y Genética, así como para los trabajadores que hayan tenido síntomas,
Por otro lado, resaltan que se van a continuar las mediciones en el área de los laboratorios del hospital. Además, el servicio de Prevención de Riesgos Laborales continuará con la vigilancia de la salud de los profesionales realizando de nuevo la toma de muestras para la detección de agentes químicos en orina.
“Altamente irritante”
El formaldehído tiene propiedades “altamente irritantes” para los tejidos vivos. Los síntomas más comunes son la irritación en ojos, nariz y garganta, pero también puede tener otras consecuencias a largo plazo, como reacciones alérgicas severas en la piel, ojos, tracto respiratorio o incluso choque anafiláctico, según informan desde el sindicato CSIF. Desde la organización advierten de varias consecuencias, como la bronquitis o irritabilidad, alteración del sueño o la memoria.
Esta misma semana, el sindicato CSIF comunicaba que había otros cuatro trabajadores intoxicados, uno de los cuales debió ser atendido en el servicio de Urgencias del centro. Se produjeron entre los días jueves 13 y viernes 14 de febrero; ese viernes se acumularon hasta 30 incidencias, resaltaban desde la organización sindical.
Fue la propia Gerencia de Atención Integrada la que entregó el informe de mediciones, realizadas por una empresa externa, a los delegados de prevención. “Por el momento, se desconocen otros agentes que podrían estar presentes y ser los causantes de los distintos tipos de síntomas que están presentando trabajadores y trabajadoras de estos servicios”, resaltan en un comunicado.
Los problemas, recuerdan, empezaron ya hace “cerca de dos años”, pero se “agravaron” en el pasado mes de noviembre de 2024. Fue entonces cuando se empezaron a registrar los primeros casos de intoxicación entre el personal de los laboratorios. Desde entonces, los responsables de prevención han contabilizado más de un centenar de partes de incidencia, así como 30 bajas laborales por sintomatología de irritaciones en la garganta, en mucosas, ojos, afonía o, incluso, “problemas neurológicos con pérdida de consciencia”.
El personal de prevención ha añadido que se desconoce la existencia de “otros agentes” que podrían ser también causantes de la sintomatología que sufre el personal de los laboratorios. Hasta ahora, se han puesto cinco denuncias ante la Inspección de Trabajo, y se ha comunicado la situación a la Gerencia, pero la actividad en los laboratorios no seha paralizado de forma preventiva como han pedido en repetidas ocasiones los sindicatos.
Neurotóxicos
La responsable provincial de Sanidad de CSIF Toledo, Victoria Gutiérrez, resalta que hay personas afectadas “todos los días”. “Ahora mismo se han ido varios trabajadores a urgencias en silla de rueda, porque no pueden ni andar”, asevera la también técnica en Prevención de Riesgos Laborales en conversación con este medio este jueves. “Esto es todos los días, casi a diario desde el 27 de noviembre”, afirma.
Gutiérrez describa que recibieron el informe este miércoles, con “picos muy altos” de formaldehído. “Muy tóxicos”, señala. Pero Gutiérrez señala que “lo más grave” es que no toda la sintomatología que sufre el personal se corresponde con lo que provoca el formaldehído, que es muy irritante y puede provocar desde sangrado de nariz hasta picor de garganta, pero no sintomatología neurológica, como sí presenta parte del personal. “Descoordinación, lagunas mentales, que no te puedas mover, eso no lo provoca el formaldehído. Eso son neurotóxicos”, recalca.
De esto no hay datos, explica, pero “algo hay ahí”. Este viernes, el personal de los laboratorios volverá a concentrarse a las puertas del hospital para exigir medidas de prevención contra la situación. “Nos preocupa la salud futura. No sabemos cómo va a afectar esto a medio o largo plazo”, recalca Gutiérrez. Mientras tanto, solo reciben la negativa del hospital, asegura, para poder suspender la actividad. “Nos dicen que se va a reducir lo que se pueda, pero no suspender”, zanja. “Los trabajadores se están dejando la salud”, remata la sindicalista.
Revisión de los protocolos
Desde el Hospital Universitario de Toledo afirman que se está realizando una revisión de los protocolos de almacenamiento y manipulación de formol y se está de nuevo revisando las instalaciones y el equipamiento. Por ejemplo, se va a proceder al cambio de las campanas de flujo laminar del servicio de Genética. Igualmente, se va a sectorizar el laboratorio de Anatomía Patológica para “garantizar que no haya transmisión de productos químicos” en las salas donde no se trabaja con este producto y se ha llevado a cabo el reforzamiento de las medidas de seguridad en la sala de tallado.
Por otro lado, se ha adaptado una sala adyacente al laboratorio de Anatomía para la realización de algunas de las técnicas que se realizan en esta área dado que los profesionales requieren equipos de protección individual y trasladado a otra zona los puestos de trabajo de los facultativos La Junta de Personal y los delegados de Prevención de Riesgos Laborales han sido informados de estos resultados y de que se van a continuar realizando actuaciones en todos los espacios para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores y la actividad asistencial.
Desde el centro sanitario resaltan que el servicio de Anatomía Patológica es un área central que realiza anualmente alrededor de 80.000 estudios, lo que representa que unos 40.000 pacientes precisan un diagnóstico para comenzar a recibir un tratamiento médico o un procedimiento quirúrgico. “Detrás de cada muestra hay un paciente preocupado por el resultado de los estudios, como puede ser un cáncer”, recalcan.