Conducir en condiciones de lluvia incrementa significativamente el riesgo de sufrir accidentes. La razón principal es que el agua en la carretera afecta la tracción, la visibilidad y la capacidad de reacción del conductor. Muchos aspectos se tienen en cuenta en este punto. Por ejemplo, la imagen de AUTODOC muestra un faro para Nissan Terrano 2 que debería estar encendido en todo momento si hay lluvia. Hay otros casos y en este artículo vamos a analizarlos. A continuación, veremos los peligros más comunes, las precauciones que se deben tomar y las recomendaciones para minimizar los riesgos al conducir bajo la lluvia.
Principales peligros
Si pensamos en una preocupación al volante, ésta es una carretera mojada. El agua genera una superficie con un coeficiente de agarre mucho más bajo que el asfalto seco, y reduce la tracción entre las ruedas y el pavimento. Esto es especialmente peligroso cuando comienzan a caer las primeras gotas. El acuaplaneo es otro riesgo asociado a la lluvia y ocurre cuando el agua en la carretera no puede drenar adecuadamente debajo de los neumáticos, especialmente si se circula a alta velocidad. Esto provoca que el vehículo pierda contacto con el asfalto, deslizándose sobre el agua sin tracción y sin control, lo que puede derivar en situaciones peligrosas.
En la mayoría de circunstancias con lluvia, la visibilidad disminuye considerablemente. El parabrisas puede llenarse de agua más rápido de lo que los limpiaparabrisas son capaces de retirar, y el empañamiento de las ventanas, debido a la humedad, dificulta aún más la visión. Estos factores pueden hacer que los obstáculos y otros vehículos sean difíciles de distinguir. El clima lluvioso, además, puede inducir somnolencia debido a un incremento en la presión atmosférica.
Hay que prepararse
Si hay previsión de lluvias para las próximas semanas es importante tomar algunas precauciones que si bien son habituales en el normal mantenimiento de un vehículo, aumentan ahora su importancia. En primer lugar, se deben mirar los neumáticos, para garantizar que se encuentran en buenas condiciones. La profundidad mínima del dibujo permitida es de 1.6 milímetros, pero según señala el portal Autodoc.es, se
reemplazan antes de alcanzar este límite. Según los especialistas, se deben cambiar los neumáticos de verano cuando el dibujo alcance los 3 mm, y los de invierno a los 4 mm.
Si vivimos en una zona donde llueve frecuentemente, lo ideal es optar por neumáticos diseñados específicamente para condiciones húmedas, que cuentan con un perfil bajo y una banda de rodadura especial para mejorar la adherencia y el drenaje del agua.
Los limpiaparabrisas también deben revisarse periódicamente, ya que su eficacia es crucial para mantener una buena visibilidad. Si dejan manchas o no logran limpiar correctamente el parabrisas, es momento de reemplazarlos, generalmente dos veces por año. Además, hay que asegurarse de tener suficiente líquido limpiador para eliminar la suciedad que se acumula en el parabrisas.
Mantener el sistema de frenos en óptimas condiciones es otro aspecto esencial, especialmente en carreteras mojadas. Unas pastillas de freno desgastadas o un problema en las pinzas pueden aumentar peligrosamente la distancia de frenado. Es vital realizar revisiones regulares y sustituir los componentes cuando sea necesario.
La correcta condición de los faros es esencial para garantizar una buena visibilidad. La humedad puede afectar su funcionamiento, hasta el punto de que causa problemas como condensación dentro de la carcasa o cortocircuitos. Unos faros en mal estado reducen la iluminación y dificultan la visibilidad en condiciones de poca luz. Además, un filtro de cabina -filtro del habitáculo- obstruido limita el flujo de aire en el sistema de ventilación, lo que provoca que las ventanas se empañen más fácilmente. Reemplazar este filtro al menos una vez al año es recomendable para asegurar una buena ventilación y visibilidad.
Consejos para conducir con lluvia
La primera acción que debemos realizar cuando arrancamos y hay lluvia o previsión de la misma es la de encender los faros. Así aumenta la visibilidad del vehículo. A partir de ahora, hay que mantenerse en un estado de alerta en todo momento y detenerse si la visibilidad se reduce o las condiciones de la carretera se endurecen. Cuando comienzan a caer las primeras gotas de lluvia, la carretera se vuelve especialmente resbaladiza, por lo que es vital reducir la velocidad de inmediato. Además es recomendable empezar a frenar con anticipación para evitar frenadas bruscas. Esto no solo le permite detenerse a tiempo, sino que también advierte a otros conductores para que reduzcan la velocidad.
En fases de lluvia, cabe recordar que frenar, acelerar o girar bruscamente puede hacer que el vehículo pierda tracción y patine. Se recomienda realizar movimientos suaves y mantener una distancia de seguridad con el vehículo que va delante. Además, hay que evitar ir detrás de vehículos grandes como camiones y autobuses. Estos son propensos a arrojar una gran cantidad de agua y suciedad al parabrisas, lo que puede obstruir la visibilidad. Las ventanas suelen empañarse con la humedad, por lo que es importante mantenerse alerta en ese sentido y utilizar con frecuencia el aire acondicionado para reducir el impacto.