Hace ya casi dos décadas que se salvó de la especulación inmobiliaria, pero aún hay "una gran asignatura pendiente" con Vega Baja como es su puesta en valor y la protección de sus restos arqueológicos, tal y como manifestó Gregorio Marañón. La actuación que ha comenzado en un terreno de 34.000 metros acerca más a la 'salvación' de la capital visigoda de Toledo.
En el 'tour' de presentaciones que está realizando estos días la alcaldesa, Milagros Tolón, que apura los plazos de la inminente convocatoria electoral para dar a conocer proyectos, este viernes ha sido el turno de este enclave. "Un paisaje baldío desde hace trece siglos", según lo define el arquitecto responsable del proyecto que se ha puesto en marcha, Luis Moreno, que quieren convertir en "un espacio de convivencia".
Ambos han dado a conocer las claves de lo que va a ser la primera fase de esta actuación, que cuenta con una inversión cercan a los 800.000 euros y que se ampliará hasta los 1,2 millones en la siguiente. Todo ello, gracias al convenio de colaboración sellado entre el Ministerio de Cultura, la Junta y el propio Ayuntamiento de Toledo para recuperar este espacio.
La primera zona de trabajo, según ha explicado también el arqueólogo municipal, Antonio Gómez, abarca una superficie de unos 34.000 m2, mientras que la segunda parte afectará a otros 14.000 m2. El proyecto, ha señalado, se va a desarrollar a lo largo de los próximos cuatro años, aunque esta primera actuación contempla un plazo de ejecución de cinco meses.
Actuaciones
No obstante, Gómez ha precisado que el Bien de Interés Cultural (BIC) que delimita esta yacimiento arqueológico se extiende hasta las 120 hectáreas. Así, se van a "salvaguardar 80.000 m2 del yacimiento". "El resto de la zona -en la que no se va a actuar- se quedará reservada y se podrá volver a excavar en ella", ha puntualizado el arqueólogo.
Entre los trabajos previstos durante los próximos meses, Gómez ha recordado que se van a recuperar los recintos del yacimiento para ponerlos en valor y se van a consolidar las infraestructuras arqueológicas. "Todo esto se acompañará con cartelería e infografías digitales de lo que fue Vega Baja", ha indicado.
"¿Por qué no puede desarrollarse Vega Baja con otros usos no invasivos?"
Por su parte, el arquitecto responsable del proyecto ha ofrecido algunos detalles más de la labor que han detallado entre "biólogos, ingenieros forestales o arqueólogos" para comenzar la recuperación de Vega Baja como un espacio de "ocio activo, cultural y saludable" para la ciudadanía.
"Es un proyecto de envergadura", ha dicho, ante de dejar una cuestión en el aire: "¿Por qué no puede desarrollarse Vega Baja con otros usos no invasivos en el propio yacimiento?". Y es que, ha recordado varias infraestructuras que se ubicaron en este espacio: la antigua nave de misiles de Fábrica de Armas, al campo de fútbol Carlos III o la iglesia de San Julián, así como también se celebró el cine de verano.
Una vez trasladada la reflexión, Moreno ha precisado que en esta primera fase se va a actuar en una franja de 80 metros de ancho que recorre toda la Senda de las Moreras. Se incluirá un carril bici, de 1.250 metros lineales de 2,40 metros de ancho, y que irá paralelo a la avenida Mas del Rivero, pero en la cota de la parcela y no del propio vial, que partirá desde el principio de la calle Lucas Jordán y terminará al final de la calle Aprendices.
En ambas calles se ejecutará así mismo el acerado que ahora le falta. El carril bici irá adecuando su pendiente para coger las cotas de las sendas peatonales que lo interseccionan en perpendicular y se realizará en hormigón en color tierra.
Además, tal y como ha explicado Luis Moreno, la torre existente en el yacimiento se mantendrá como mirador para explicar el yacimiento, eliminando todo su cerramiento de policarbonato, para dotarle de transparencia y que no interfiera en la visión del paisaje.
Asimismo, la puesta en valor del yacimiento diferenciará los restos con trazados geométricos con islas de flores, que dejarán entre ellas paseos de jabre y zonas de plantación de arbolado allí donde ya se hicieron sondeos y no se encontraron restos, con el principal objetivo de recuperación de las áreas excavadas, limpieza y consolidación de las estructuras arqueológicas, para su apertura y puesta en conocimiento a la ciudad, recuperando el disfrute del ciudadano de esta área.
Se plantea, por tanto, la puesta en valor y musealización de los restos visigodos del yacimiento arqueológico, así como su ordenación física para el paso de visitantes y comunicaciones peatonales entre la avenida de Mas del Rivero y la calle de San Pedro el Verde. Finalmente, se plantea la instalación de zonas verdes y 22 árboles así como mobiliario urbano que comprenda
bancos, balizas de iluminación, papeleras y atriles para la musealización de los restos.
"Vega Baja será un lugar donde pasear, leer o hacer deporte. Se respirará tranquilidad y bienestar. Nos merecemos disfrutar de este lugar", ha señalado el arquitecto. Por su parte, Tolón ha precisado que "esta no es esta una operación aislada sino pensada para encajar en la planificación urbana de Toledo, con la recuperación de riberas que vamos a iniciar en breve con fondos europeos y con el proyecto del Nuevo Palomarejos que desarrollaremos en los próximos años".
También ha estado en esta presentación el delegado provincial de Cultura, José Gutiérrez, quien ha manifestado que "hoy es un día importante para la ciudad y la región pues se pone en valor una parte muy importante de nuestro patrimonio, fruto de la colaboración entre administraciones, y mediante una actuación inmejorable para poner en valor un patrimonio que se engrandece de esta forma y por ende a la ciudad".
Presentación del proyecto de recuperación de Vega Baja
Flores, especies autóctonas y zonas de paseo y recreo para Vega Baja, la capital visigoda de Toledo