El Consorcio de la Ciudad de Toledo ha presentado una nueva edición de sus monográficos, las publicaciones que desde el año 2004 abordan la recuperación del patrimonio local con voces expertas y un amplio trabajo de documentación. En esta ocasión se trata de los últimos estudios sobre el yacimiento arqueológico del Cerro del Bú, un monográfico de más de 250 páginas divididas en diez capítulos.
La presentación ha sido llevada a cabo por la alcaldesa, y presidenta de esta entidad, Milagros Tolón; el gerente de la institución, Manuel Santolaya; la directora de Gestión Patrimonial del Consorcio, Soledad Sánchez-Chiquito, y al arqueólogo, Juan Manuel Rojas.
Como fortaleza de la Edad Media, Juan Manuel Rojas ha señalado que gracias a los últimos estudios, se pueden conocer mayor número de detalles, tanto de las características constructivas de las murallas, como de la extensión del recinto y de la función de alguna de las estancias, entre las que se ha descubierto una letrina asociada a las estancias del puesto de mando de la fortaleza de época andalusí.
En cuanto a la datación de la misma, el arqueólogo ha compartido con los medios que en principio corresponde a la época del asedio de Toledo durante el califato de Abderramán III, aunque hay restos que podrían corresponder a fortalezas levantadas durante otros asedios.
El arqueólogo ha explicado que la intervención en este yacimiento arqueológico ha supuesto un hito en Toledo, porque se trata de un yacimiento emblemático para la ciudad, ya que en él se encuentra el origen de la misma, y porque ha sido un proyecto destinado a la adecuación de un espacio arqueológico para que sea visitable por la ciudadanía.
“Ha sido una intervención modélica, pues además de haber contado con un equipo multidisciplinar, bien coordinado, contó con técnicas novedosas en arqueología, produciéndose importantes avances que nos han permitido conocer mucho mejor cómo fueron los asentamientos humanos del Cerro del Bú tanto en la Edad del Bronce, entre los siglos XX y XV antes de Cristo, como en la Edad Media”, ha explicado.
Entre los datos ofrecidos, destaca como una gran parte del poblado en la Edad del Bronce se encontraba amurallado y, posiblemente, defendido por un foso que, a su vez, servía de camino para quienes cruzaban el río por la actual zona de la Barca de Pasaje; además de que a diferencia con otros pequeños poblados de la misma época, en el del Cerro del Bú había grandes y sólidas cabañas asentadas sobre bancales.
“Esto da a entender que había una poderosa organización social que junto con la extensa población existente nos hacen ver que este poblado tendría el dominio de un extenso territorio”, ha explicado el arqueólogo convencido de que por las características del asentamiento “estamos ante un importante núcleo comercial y de cobro de tributos, por lo que unido al tipo de asentamiento ‘preurbano’ puede considerarse como el origen de Toledo”.
El monográfico ‘Cerro del Bú, de poblado de la Edad del Bronce a fortaleza andalusí’ se puede adquirir en las instalaciones del Consorcio de la Ciudad de Toledo en la plaza de Santa Domingo el Antiguo, y en el Centro de Gestión de Recurso Culturales ‘Termas Romanas’ en la plaza Amador de los Ríos.
Divulgación del patrimonio de Toledo
Con esta publicación, ya son seis los monográficos editados por el Consorcio de la Ciudad de Toledo con el objetivo de dar a conocer los proyectos realizados y las intervenciones, rehabilitaciones y recuperaciones del patrimonio en la capital regional.
La presidenta del Consorcio y alcaldesa de Toledo ha tenido palabras de agradecimiento para todas las personas que han participado en esta nueva publicación “apoyando estos estudios que hacemos de manera sistemática y que van a continuar con nuevas publicaciones, porque los que amamos el patrimonio tenemos como misión la divulgación del mismo".
Por su parte, el gerente del Consorcio ha desvelado que la extensión del yacimiento supera los 15.000 metros cuadrados, con lo que duplica los cálculos que se hacían hasta ahora, además de abordar la importancia patrimonial de este enclave desde el que, como ha recordado, se tomó la primera fotografía panorámica de la ciudad en el siglo XIX, refiriéndose al daguerrotipo encontrado en el año 2012 en el País Vasco, y que la Universidad de Castilla-La Mancha dio a conocer en el marco de la exposición ‘Toledo en blanco y negro’ en el edificio de Madre de Dios en 2017.
Manuel Santolaya también ha recordado la primera excavación realizada en el Cerro del Bú a principios del siglo XX por Manuel Castaños y Montijano, así como las excavaciones dirigidas por Juan Pereira y Enrique de Álvaro entre los años 1980 y 1988; precisamente desde entonces no se había vuelto a actuar en el yacimiento hasta la intervención que en 2014-2015 contó con los arqueólogos Juan Manuel Rojas y Alejandro Vicente, y el arquitecto Joaquín López.