5 de Enero de 2023
Estimado Sr. D. Jesús Fernández Sanz, Consejero de Sanidad de Castilla La-Mancha,
Me dirijo a usted como ciudadano preocupado y como familiar de una paciente adscrita al centro de salud de Torrijos, para expresar mi profunda indignación y preocupación por las
graves deficiencias en el servicio médico que hemos experimentado recientemente.
El día 18 de diciembre, mi madre comenzó a presentar síntomas de resfriado, y durante varios días intentamos contactar repetidamente con el centro de salud ya que empeoraron los síntomas
significativamente sobre el día 21. A pesar de numerosos intentos para buscar ayuda, nos hemos enfrentado a una inaudita falta de accesibilidad a la asistencia sanitaria. Hemos utilizado la aplicación móvil proporcionada por Sescam, la cual indicaba disponibilidad para una semana después en modo de Teleconsulta para el día 2 de enero. Llamando al teléfono del centro de salud saltaba directamente al 4º tono a los servicios centrales del Sescam, y con ellos confirmamos que el problema no es de saturación sino que directamente no atienden al teléfono, indicándonos que si no se respondía a nuestras llamadas, debíamos acudir personalmente a solicitar atención médica.
Al presentarnos físicamente en el centro, sobre el día 21 no recibimos la atención necesaria ni se nos brindó información clara y precisa sobre cómo proceder para poder hablar con su médico.
Nos encontramos además con la sorpresa de que realmente nadie atendía las llamadas en el centro de salud, realizamos varias llamadas 'in situ' sin que nadie atendiera los teléfonos. Al
presentarnos en persona, nos informaron de que el médico asignado a mi madre no estaba presente y que no había sustituto disponible.
Después de insistir, se nos pasó con otro médico que lo único que hizo fue consultar su historial medico y decir que se tomara cierta medicación sin verla, y nos sugirieron que llamáramos por urgencia en horas de la tarde, que hasta las 15 horas no se atienden urgencias, ya que no había personal disponible en ese momento.
Una neumonía
Me preocupa profundamente el hecho de que la única opción disponible para la atención médica fuera acudir a urgencias, ya que comprendo que estos servicios de atención de urgencia están
destinados a casos mucho más agudos y no deberían ocuparse por la falta de atención médica en los centros de salud. Después de varios días llamando por la tarde a urgencias, por fin acudió un médico y tras explorarla dio como diagnostico una neumonía, consecuencia de un catarro evolucionado a lo largo de días sin atención médica.
Esta situación nos deja en una situación de incertidumbre y desesperación, ya que nos preguntamos cómo se manejaría una urgencia vital en el centro de salud o en la zona de Torrijos. O que hubiese pasado si mi madre empeora aún más, como se puede ver en el informe después de varios días sin poder localizar a un médico.
Entiendo que el sistema de salud puede enfrentar desafíos y limitaciones, por las situaciones vividas o el gran brote de gripe que existe, pero la falta de acceso de los ciudadanos a la
atención médica pone en riesgo la salud y la vida de los pacientes.
Según esta experiencia me surgen preguntas alarmantes sobre la capacidad y organización del servicio de salud.
¿Qué pasaría si ocurriera una emergencia durante el día, cuando las urgencias solo están disponibles hasta las 15:00 horas? ¿Cómo puede garantizarse la adecuada atención a los pacientes si no hay médicos o sustitutos disponibles en los centros de salud? ¿Qué hubiera sucedido si hubiéramos tenido que esperar hasta el día 2 de enero (que además no la llamaron diciéndonos que la anularon porque tenía otra cita el día 3 “por fin presencial”), para hablar con un médico, mientras el estado de mi madre empeoraba aún más?
Espero sinceramente que esta situación no sea representativa del servicio de salud de Castilla- La Mancha en su totalidad. Y solicito encarecidamente que se tomen las medidas inmediatas para abordar esta falta de personal médico en el centro de salud de Torrijos y garantizar que todos los pacientes reciban una atención adecuada y oportuna.
Jesús Rodríguez Fernández