Carta abierta de los voluntarios de la ONG 'Socorro de los pobres', fundada por Cipriano González

ONG Socorro de los pobres

Los voluntarios de la ONG 'Socorro de los pobres', la de Cipriano, el amigo de los pobres, queremos agradecerle inmensamente que nos hubiera dado la oportunidad de hacernos más humanos al poder colaborar con él.

Casi toda su vida la pasó dedicado a ayudar a los que le necesitaban, consiguiendo alimentos, ropa o lo que hiciera falta.

En los últimos años una preocupación suya era que cuando él no estuviera, su fundación tuviera una continuidad, y pudo irse ayer tranquilo porque sabía que su obra iba a continuar y que su ONG va a seguir ayudando a los que lo necesitaran. Su carácter hacía que los que fuimos a echar una mano en algún momento dado, ya decidiéramos seguir ayudándole y volviéramos siempre que pudiéramos y formar parte de esta 'familia'.

No queremos ni siquiera dejar de hacerlo ni el día siguiente de su fallecimiento ya que, como todos los miércoles, iba a acudir gente a por alimento y Cipriano querría que, en vez de estar llorándole, estuviéramos atendiendo a esas personas para darles lo que tengamos. Y con mucho dolor, pero aún sin haber celebrado el funeral, los voluntarios de la ONG que han podido ahí van a estar. Y seguirán estando.

Por eso queremos agradecer en su nombre y en el nuestro, a todos los que hacen posible que tengamos alimentos para repartir a los que más los necesitan, y que puedan seguir aportándolo para seguir cumpliendo el deseo de Cipri de que esta ayuda se siga dando durante mucho tiempo. Sin las donaciones, la ONG no podría continuar activa, ya que son tan importantes como los que aquí estamos.

A su familia queremos expresarles nuestras mayores condolencias, nuestro agradecimiento por haber podido disfrutar y aprender tanto de él, y que nos esforzaremos por mantener su recuerdo vivo.

Nos despedimos de él con fuerza, pero también con dolor y tristeza porque sabemos que tuvo que irse sin ver cumplido su deseo de ver su sede arreglada. Se comenzó después de mucho tiempo el arreglo del tejado y de las paredes para que no entrara agua. Desde que empezó la obra, preguntaba cada día cómo iba, porque él no podía ir ya allí a verla, pero estaba deseoso de que llegara el día de ir a reinaugurar la sede ya con el tejado terminado y con mejores condiciones para que cumpliera su función. Pero esa foto no la pudo hacer, aunque pronto la verá terminada desde el cielo.

Muchas gracias por tu ejemplo.