Agricultores y ganadores convocados por ASAJA han vuelto a protestar por las calles de Toledo en un preludio de lo que puede ser el año 2025. Varios centenares de personas llegadas de toda la región se han concentrado ante las puertas de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha para alzar la voz contra el tratado de Mercosur, exigir aranceles y cláusulas espejo para las importaciones de alimentos de terceros países y para pedir la implicación de los consumidores.
El detonante final para el sector agrario ha sido el acuerdo al que llegaron la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), una zona de libre comercio del mundo que integrará a más de 700 millones de personas. “Mercosur nos da la puntilla”, han señalado los representantes de ASAJA desde la tribuna de oradores.
Las producciones que se van a ver más afectadas en la región son el vino, el vacuno, la miel, el maíz, el girasol, el aceite de girasol y el cereal.
Ante los gritos y la consignas de los manifestantes de “fuera Mercosur”, el presidente de la organización en la región, José María Fresneda, ha asegurado ante los medios de comunicación que el campo no tiene ningún problema con las importaciones, “nosotros queremos que haya comercio internacional, lo que queremos es que allí no haya dumping social, que jueguen con los mismos fitosanitarios que nosotros, que no haya hormonas en la carne”, en definitiva, piden unas cláusulas espejo para que los productos que llegan cumplan los mismos requisitos que se les pide a los agricultores y ganaderos europeos.
Fresneda también ha criticado las políticas del Gobierno que se centran solo en “implementar cuanto más políticas medioambientalistas, agroambientales, y conservacionistas mejor. No le importa atentar contra el modelo productivo y estamos notando que el componente ideológico está marcando la trayectoria de estos últimos años y si no lo cambiamos a futuro, va a ser terrible para nosotros”.
Por eso, considera que hay un problema que afecta a toda la sociedad. “Estamos en problemas nosotros y también los consumidores, está en juego la soberanía alimentaria y no queremos ser conscientes. Si te comes ahora una hamburguesa con carne que viene de Argentina, viene en un 80 por ciento de hormonas”.
ASAJA considera que la movilización es la única opción. “No nos queda otra, si se aprueba el Mercosur, si no se plantean cláusulas espejo, aranceles, si no hay modificaciones en Bruselas del modelo conservacionista, si no hay rectificaciones en la PAC en relación con los requisitos que nos plantea. Decidme qué nos queda, esa es nuera hoja de ruta y la vamos a seguir haciendo con mucha fuerza”, ha señalado.
Esta movilización tiene también una motivación fuerte en el intento de implicar a los consumidores. “Vamos a iniciar una movilización para motivar a la sociedad. Queremos seguir intentando con humildad, pero con fuerza y contundencia pedir la solidaridad y la complicidad de la sociedad”, ha afirmado Fresneda con rotundidad. Para ello tienen previsto comenzar una campaña para motivar la sociedad a consumir productos españoles, visitando grandes superficies y grandes mercados.
Planas defiende el acuerdo
Ayer mismo, tras las manifestaciones que agricultores y ganaderos protagonizaron en Madrid protestando contra el acuerdo de Mercosur, el ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, defendía el acuerdo, negando que vaya a suponer una alteración de mercados de los productos en el marco comunitario y descartando que, pese a las movilizaciones originadas en Francia y que se han extendido, vayan a agudizarse como ocurriera a principio de año.
En una entrevista con Castilla-La Mancha Media, Planas mostraba su “absoluto respeto” por las movilizaciones, pero ha agregado que su visión del acuerdo pasa por “una gran oportunidad para España y para la Unión Europea”, ya que se podrá ampliar el mercado de exportaciones a países que suponen más de 260 millones de personas.
Mercosur conforma “un gran mercado” en el que además las más de 200 figuras de calidad a nivel europeo estarán protegidas; al tiempo que el pacto incluye cláusulas de salvaguarda por si fuera necesario corregir el mercado.