“Solo el pueblo salva al pueblo” y, en el caso de Yepes, solo el pueblo parece preocupado por “salvar su iglesia del siglo XVI, una colegiata única en España”. Con “casi 1.700 metros cuadrados”, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1992 en la categoría de monumento. Entre sus muros pueden encontrarse 14 lienzos del artista Luis Tristán, alumno de El Greco, en el retablo mayor del templo.
Sin embargo, lo que preocupa actualmente es su cubierta, cuyos trabajos de rehabilitación comenzaron en 2023 y se prevé que se alarguen hasta el año 2029. “Por su complejidad y alto coste, la reparación debe realizarse por tres fases que incluyen un año de trabajo y otro de parón… lo que estamos intentando es que las obras no se paren, sino que se hagan del tirón”, explica Pablo Pascual-Muerte, vecino de Yepes y portavoz de la plataforma ‘Salvemos la colegiata’.
Este colectivo toledano se ha unido para organizar eventos y movilizaciones con los que recaudar dinero para arreglar la iglesia de su municipio, consagrada a San Benito Abad. “El primer presupuesto era de 800 mil euros pero han subido los costes, ha habido problemas y se necesita más dinero”, una financiación que está llegando desde los bolsillos de la ciudadanía, a pesar de que se trata de un inmueble propiedad de la Iglesia.
“Más o menos el Arzobispado ha donado 200 mil euros y los otros 200 mil han sido recaudados a través de eventos y donativos”, explica el portavoz del colectivo. “Por ello, hemos organizado este domingo, 21 de enero, una marcha solidaria, por un lado para dar las gracias a todas las personas y empresas que han donado para la rehabilitación del tejado, y por otro para pedir que las obras continúen”.
La historia que se repite
La iglesia de San Benito Abad de Yepes también fue construida en varias fases debido a la falta de presupuesto que fue alargando las obras durante cerca de dos siglos. Comenzaron en 1533 y no finalizan hasta 1772, cuando se recogen los últimos trabajos. Entre ellos, destaca la finalización de la torre, de unos 60 metros de altura, y de la sacristía, que pertenecen al último tercio del siglo XVII y primero del XVIII.
“A finales de 1559 las obras de la Iglesia se encuentran paradas. No hay dinero”, recuerdan desde ‘Salvemos la colegiata’ en la página web que han creado para difundir los problemas de su parroquia. “Toda la cubierta, según las últimas inspecciones técnicas, está en muy mal estado, muchas tejas están partidas, hay numerosas filtraciones de agua y algunos de sus elementos están desplazados o dañados y dejan pasar la luz, amenazando la estabilidad de su estructura”, explican.
Se trata de una situación que este Bien de Interés Cultural toledano ya conoce pues, desde su construcción hace cinco siglos, su cubierta ha sido rehabilitada en otras tres ocasiones.
Ya en el siglo XVI, el Ayuntamiento de Yepes se involucró en las obras de su Iglesia a través de fondos públicos y solicitando más ayudas económicas al Arzobispado. Una situación que también se repite. El actual alcalde de la localidad, y vicepresidente en la Diputación de Toledo, Tomás Arribas, ha invitado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a visitar la colegiata y “a echar una mano" con dinero público.
“Los poderes públicos están obligados a proteger la colegiata como Bien de Interés Cultural”
“El pueblo se está volcando con nuestra iglesia... Pedimos lo mismo a las administraciones públicas, a todos los niveles”, señala la plataforma que considera que “los poderes públicos no pueden mirar para otro lado porque están obligados a proteger la colegiata como Bien de Interés Cultural”.
En los últimos años el Gobierno de Castilla-La Mancha ha concedido numerosas ayudas a la Iglesia Católica destinadas a la mejora de sus propiedades declaradas Bien de Interés Cultural. Entre las últimas, se encuentra una subvención de más de 130 mil euros para rehabilitar patrimonio de su propiedad en la localidad toledana de Nombela.
Según estimaciones de la propia Junta, durante los ejercicios 2009, 2010, 2013, 2014 y 2017, la Iglesia ha recibido cerca de tres millones y medio de euros. Desde la Archidiócesis de Toledo, han declinado hacer declaraciones a este medio sobre su implicación monetaria en la financiación de los trabajos necesarios para la conservación de la iglesia de Yepes.
“En las actuales obras de rehabilitación de la cubierta solo ha colaborado la Iglesia Diocesana y el Ayuntamiento se ha comprometido a aportar unos 70 mil euros para la tercera fase, pero estamos en la segunda”, asegura el portavoz de ‘Salvemos la colegiata’. “Es una obra muy costosa, el pueblo solo no puede, tienen que meter dinero todas las instituciones y todas las empresas, públicas y privadas”.
Por parte de la ciudadanía en general, la implicación es palpable. Desde que se formó el colectivo ‘Salvemos la colegiata’ hace apenas un año y medio, se han organizado numerosos eventos para recaudar fondos. “El pueblo se ha unido y se han hecho actividades de todo tipo, desde conciertos, hasta obras de teatro o comidas solidarias”.
Tal y como destaca Pascual-Muerte, “la gente se ha unido, no solo por un sentido religioso, sino porque es nuestro monumento, es nuestra historia, es nuestro patrimonio, es mucho más que una iglesia”. De hecho, es conocida como “la catedral de La Mancha”, por ello desde el colectivo ‘Salvemos la Colegiata’ también se persigue “poner en valor este bien cultural, histórico, religioso y patrimonial”.
“Nos empezamos a movilizar cuando vimos la necesidad de que había que recaudar dinero para mantener nuestro monumento, somos gente de todas las edades, de todos los colores, que nos une nuestro amor al pueblo y el sentimiento de que la iglesia es nuestra, no entenderíamos un pueblo como Yepes sin nuestra colegiata”, explica.
Así, los cerca de 6 mil habitantes del municipio de Yepes están llamados a la movilización este sábado, 21 de enero, en una marcha que comenzará a las 11 en la ermita de San Luis para terminar en la Plaza Mayor, donde se encuentra el monumento.
La plataforma invita a los participantes a portar “una pañoleta blanca y una campanilla para hacerla sonar al tiempo que repicarán las campanas de la iglesia” que, a pesar de las obras de rehabilitación, continúa en uso.