El municipio de Villafranca de los Caballeros amplía los equipamientos de emergencias de espacios públicos incorporando un dispositivo antiasfixia -LifeVac- para casos de atragantamiento. Así mismo el personal de estos centros ha recibido formación en las maniobras a realizar en caso de accidente, así como en el uso del dispositivo.
Se trata de un novedoso equipo de primeros auxilios diseñado para que cualquier usuario pueda actuar rápidamente en caso de emergencia por obstrucción de las vías respiratorias. Estos accidentes generalmente se producen al fallar la deglución de alimentos, lo que puede llegar a provocar la asfixia e incluso la muerte si no se actúa con rapidez.
El centro infantil, centros educativos, servicios sociales y ludoteca de Villafranca incluirán estos dispositivos en su equipamiento de emergencias. Por ello, una docena de personas adscritas a estos servicios municipales asistieron a una jornada de formación para aprender cómo actuar ante una situación de atragantamiento y aumentar las posibilidades de éxito ante este tipo de accidentes.
Un instructor de la empresa de formación en Primeros Auxilios East-Spain ofreció una demostración de cómo liberar una vía aérea obstruida. El LifeVac ha demostrado ser un dispositivo de succión "efectivo, que simula la acción de un desatascador, con el que se han salva salvando numerosas vidas en todo el mundo", dice la empresa IES Medical, que añade que supone un recurso adicional frente a los métodos tradicionales y, sobre todo, en casos en los que es difícil realizar la Maniobra de Heimlich de manera eficaz, como en pacientes encamados o en sillas de ruedas.
Tercera causa de muerte en España
Los atragantamientos son actualmente la tercera causa de muerte no natural en España, superando la tasa de los accidentes de tráfico. Cada año mueren por esta causa más de dos mil personas.
LifeVac -Emergencia en Atragantamiento nace en Estados Unidos en 2016. Arthur Lih, fundador y CEO de LifeVac, desarrolló este dispositivo tras escuchar en un hospital la historia de una mujer que había perdido a su hijo. La causa de su muerte había sido una uva obstruyendo sus vías aéreas y aunque se le practicó la maniobra de Heimlich, ésta no funcionó. Arthur Lih, conmocionado por este suceso, comenzó a trabajar en un sistema que pudiera evitar el trágico desenlace de este tipo de accidentes.