El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha señalado que "quizá" la ciudadanía en la ciudad "está dividida" en estos momentos sobre la propuesta de la estación del AVE en la ciudad en la línea Madrid-Lisboa que añade un viaducto para salvar el Tajo, y ha confiado en "ir fijando una posición más clara, a medida que pasen los días".
Tras reunirse con los distintos grupos de interés de la ciudad y colectivos, el Ayuntamiento quiere presentar un documento de alegaciones "lo más completo posible", representando "fielmente lo que opina la ciudad", ha señalado Velaquez en rueda de prensa a preguntas de los medios.
Parte el Consistorio de tres ideas: "que el lugar y la ubicación que se decida tendrá que aportar valor a la ciudad; que sea una ubicación que preste el mejor servicio a los usuarios presentes y futuros y que no menoscabe la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con la protección máxima de todos lo valores protegidos y nuestro paisaje cultural".
Velázquez ha puntualizado que "hay distintos colectivos, algunas asociaciones de vecinos, que no tienen una opinión clara ni formada". "Tratan de formarla pero es complejo y en cualquier caso vamos a hacer un documento de alegaciones que responda fielmente a lo que quiere la ciudadanía de Toledo".
La fecha límite para elaborar el documento de alegaciones a esta propuesta del Ministerio de Transportes finaliza el día 11 de marzo.
Sobre la reunión que mantuvo con Icomos hace unos días -"un órgano privado, asesor principal de Unesco"- Velázquez ha señalado que trasladaron al Consistorio toledano que el proyecto "no conllevaba que se pusiera en riesgo la Declaración de Patrimonio de la Humanidad" a primera vista, aunque tenían que estudiarlo más detenidamente.
La próxima mesa técnica que se celebra para abordar esta propuesta se celebrará previsiblemente el 3 de febrero, ha señalado Velázquez, y a esta cita está convocado Icomos.