La ciudad de Toledo quiere convertirse en Capital Europea de la Cultura en el año 2031, una aspiración para la que el alcalde, Carlos Velázquez, destaca "la importancia" de la tauromaquia, un sector con el señala que cuenta para conseguir este objetivo. Sin embargo, la defensa de esta práctica contrasta con la posición que la Unión Europea tiene respecto a los festejos taurinos: se ha posicionado en contra en varias ocasiones.
Velázquez, no obstante, se ha mostrado así de convencido en la presentación del libro 'Viajes por las lunas del Toro 2022. La Búsqueda de la Pureza', de Rafael Villar Moyo en el Aula Cultural 'Domingo Ortega' de la plaza de toros de Toledo.
En esta presentación el alcalde ha felicitado al autor del libro por el trabajo realizado ya que “hará las delicias de todos los amantes, no sólo de la fiesta, sino también a los amantes de la fotografía, los amantes de la pintura, porque hay algunas fotos que realmente parecen pinturas, de la literatura e incluso de la música, que es lo único que le falta”.
Contar con la tauromaquia para que Toledo sea Capital Europea de la Cultura es cuanto menos controvertido. En primer lugar, el Parlamento Europeo ha rechazado los toros en varias ocasiones. Hace tres años, la mayoría de la Cámara votó en contra de que la Política Agraria Común subvencionara las cabezas de ganado cuyo destino final sea “la venta para actividades relacionadas con la tauromaquia, ya sean vendidas directamente o a través de intermediarios”.
Previamente, la Eurocámara ya había manifestado su rechazo a esta práctica mediante enmiendas al informe sobre el c en las que se subrayaba la prohibición utilizar los fondos europeos “para financiar actividades taurinas que impliquen la muerte del toro”.
En 1999, la Comisión Europea impulsó un procedimiento para que la acción de la Capitalidad Europea de la Cultura se estableciera como una “acción comunitaria propia”, ya que antes se decidía de manera intergubernamental, es decir, entre los estados. Estas normas fueron renovadas en 2006 con el objetivo de que la acción fuera “más eficiente, más transparente y más europea”, mediante la consideración de tres categorías de criterios: la dimensión europea, la ciudad y ciudadanos y la sostenibilidad de la celebración. En 2020, la convocatoria se amplió hasta 2033.
"Marcianada"
Por su parte, la Fundación Franz Weber considera una "auténtica marcianada" que el alcalde de Toledo considere que la tauromaquia es uno de los elementos diferenciales para conseguir que la localidad sea Capital Europea de la Cultura durante 2031, "por toda la violencia que representa esta actividad".
El organismo recuerda que la tauromaquia "no representa una práctica aceptada por la inmensa mayoría de ciudadanos de los diferentes Estados miembro" y que también es "cuestionada" a nivel interno. De este modo, "sospechan" que las declaraciones responden a un "intento por contentar a la ultraderecha". También recalcan que Toledo tiene las posibilidades de "plantear más oportunidades que la imagen de una corrida de toros".
Por otro lado, recuerdan que el Comité de los Derechos del Niños pidió a España "evitar la participación o presencia de niños y adolescentes en la tauromaquia". Por eso, advierten de que si se sigue con esta propuesta para la Capitalidad Europea "Toledo estaría promoviendo prácticas nocivas, contrarias al interés general y en concreto contra estos grupos poblacionales".