La estación de autobuses de Toledo ha sido objeto de debate en las últimas semana y hoy, el alcalde, Carlos Velázquez, ha anunciado un convenio a tres bandas con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Diputación de Toledo para arreglarla.
El edificio, que presenta "una imagen cada vez más deteriorada", es propiedad de la Junta y su mantenimiento corresponde al Consistorio en base a un convenio firmado hasta el año 2065.
Fue objeto de debate en el último Pleno municipal, donde el PSOE planteó una moción para instar a la Junta a convertirlo en una estación intermodal de Toledo, que fue rechazada por PP y Vox.
El Ayuntamiento, según trasladó el pasado año el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, llegó plantearse "si echar el cerrojazo" debido a "la situación de peligro" y de los problemas de accesibilidad que requieren del cambio tanto de las escaleras mecánicas como del ascensor .
Tanto la Junta como el Ayuntamiento se han repartido responsabilidades para reparar estos desperfectos. Mientras la Administración regional defiende que el Consistorio es el encargado del mantenimiento del edificio, el Gobierno local replicaba que los arreglos necesarios escapan de esta competencia puesto que es necesario reponer nuevas piezas y no arreglarla









