Con muchas las variables que determinan la conciliación de la vida laboral y familiar, ya que entran en juego desde los horarios de trabajo hasta los salarios, las políticas de dependencia, la flexibilidad horaria, la edad, el tipo de cuidados que necesitan nuestros menores o familiares, y las ayudas existentes tanto a nivel estatal como en cada comunidad autónoma. Estos y otros factores son los que analiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) para reflejar de la manera más exacta posible si la ciudadanía tiene dificultades o no para llevar a cabo esta doble, y a veces triple, tarea.
En la Encuesta de Población Activa (EPA), dentro del módulo sobre conciliación entre la vida laboral y la familiar, Castilla-La Mancha ocupa la séptima posición en cuanto al porcentaje de personas de entre 18 y 64 años que se hacen cargo de hijos propios o de la pareja menores de 15 años: un 28,84%. Los porcentajes son mayores en el caso de Andalucía, Comunitat Valenciana, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja.
En el caso de las personas que, con estas mismas circunstancias y edad, se hacen cargo de familiares dependientes, Castilla-La Mancha registra un 5,71%. También en este caso ocupa la séptima posición por debajo de Asturias, Cantabria, Galicia, Murcia, Navarra y País Vasco.
Poca o ninguna utilización de servicios profesionales para el cuidado
Tras este cuadro general, la encuesta analiza el índice de personas de entre 18 y 64 años con hijos propios o de la pareja menores de 15 años según usen o no habitualmente servicios profesionales para el cuidado. Este es dato más significativo en el caso de Castilla-La Mancha, ya que no utiliza estos servicios un 87,76% de personas. Es el porcentaje autonómico más alto de todo el país.
Dentro de los que no usan habitualmente servicios para el cuidado, el motivo que esgrimen las personas encuestadas en Castilla-La Mancha es que son demasiado caros en el 6,99% de los casos; que organizan los cuidados solos o con la pareja en el 52,75% de los casos (la gran mayoría); que tienen ayuda de abuelos, parientes o amigos, en el 16,32% de los casos; y el resto alega otros motivos diferentes.
El estudio añade también algunas variables dentro de las personas asalariadas con responsabilidades de cuidado según la posibilidades de modificar la jornada laboral para asumir mejor los cuidados que tienen a su cargo. En general, pueden cambiar su jornada hasta un 42,75% de los castellano-manchego, pero la mayoría, un 53,55% no puede hacerlo “casi nunca”. De hecho, Castilla-La Mancha es la cuarta región con más dificultades en este sentido, solo por detrás de Andalucía, Canarias y Cantabria.
El escenario a este respecto que ofrecen otros estudios tampoco es nada bueno, sobre todo en el caso de los trabajadores autónomos. Jornadas de más de nueve horas, pocas bajas por enfermedad y menos de 20 días de vacaciones son algunas de las características que definen el día a día de este colectivo en Castilla-La Mancha, para quienes la conciliación sigue siendo una tarea pendiente.
Así lo desvela el informe sobre jornada laboral y conciliación de los autónomos en Castilla-La Mancha, en base a casi 300 encuestas realizadas a trabajadores por cuenta ajena de la región. En el mismo queda constatado que el 19% no descansa ningún día de la semana ni desconecta del todo. Respecto a las vacaciones, el 77% disfruta de menos de 20 días anuales y solo un 2% disfruta de más de 30 días al año.
La alta dedicación que estos trabajadores ofrecen a sus negocios dificulta la conciliación de la vida laboral y personal, de tal modo que solo lo hace el 55% por ciento de los autónomos castellano-manchegos encuestados, siendo los mayores de 55 años, que tienen un negocio más consolidado, los que mejor concilian. Por contra, uno de cada dos autónomos de entre 35 y 55 años asegura que pueden hacer las dos cosas, y solo uno de cada cinco (el 15%) de entre 26 y 35 años dice combinar a la perfección sus negocios con el resto de su vida.
Medidas, ayudas y peticiones sindicales
En Castilla-La Mancha está actualmente vigente el II Plan para la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de las empleadas y empleados públicos de la Administración de la Junta, que se aprobó por Acuerdo de la Mesa General de Negociación en abril de 2018. Pero no existe normativa al respecto fuera de este ámbito, salvo la aplicada en convenios colectivos o a través de las sucesivas reformas laborales, que son competencia estatal.
Sí existen ayudas autonómicas de varios tipos para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal en el caso de los y las titulares de actividades emprendedoras. Actualmente pueden solicitarse todavía, y hasta el mes de noviembre, las vigentes en este año. Para acceder a ellas se debe formalizar un contrato de interinidad que permita disfrutar de los permisos correspondientes. La cuantía de la subvención se realiza sobre el equivalente al coste salarial y de Seguridad Social derivado de la contratación efectuada, con el límite de 1.000 euros al mes.
A este respecto, los sindicatos han centrado la mayoría de sus peticiones en el desarrollo de recursos y estructuras sociales que permitan el cuidado de menores o familiares, la reorganización de los tiempos y espacios de trabajo, el establecimiento de medidas que posibiliten a las personas trabajadoras desarrollarse en las diferentes facetas de su vida y la modificación de los roles tradicionales de mujeres y hombres respecto a su implicación en la familia, el hogar y el trabajo.
Se da la circunstancia de que la nueva consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ya ha anunciado que la conciliación se convertirá en una de las prioridades del nuevo gobierno en la presente legislatura mediante acciones de promoción.