El concejal de Planeamiento Urbanístico en Toledo, Florentino Delgado, ha firmado un decreto en el que pide autorización a la comunidad de propietarios del edificio situado en el número 12 del paseo de la Rosa para que los servicios municipales puedan actuar ante el riesgo que conllevan los desprendimientos del talud que linda con los inmuebles.
Delgado ha defendido que "los vecinos nunca han estado abandonados por el Ayuntamiento", tal y como afirmó en un comunicado el presidente de la comunidad del inmueble, donde denuncian que, desde diciembre de 2022, se producen continuos desprendimientos de un talud de "titularidad municipal" que se agravan con la lluvia.
Por eso, ahora el Consistorio justifica que inicia este trámite legal con el objetivo de que empleados municipales puedan llevar a cabo "las obras que garanticen la seguridad de bienes y personas" en este edificio.
El Ayuntamiento señala que la Concejalía de Urbanismo dictó una orden de ejecución el pasado 7 de junio, por la que se requería a la comunidad de propietarios, en su condición de titulares del conjunto edificatorio de viviendas, locales y garajes, "para que realicen las obras para la estabilización del talud que linda con la parte posterior de la edificación, con al menos una combinación de malla de triple torsión y red de anillos", ha informado el Consistorio en nota de prensa.
El recurso de reposición interpuesto por la comunidad de propietarios, alegando que los desprendimientos se habían producido en terreno de titularidad municipal, fue desestimado por la concejalía de Urbanismo, el 8 de noviembre, en base a las siguientes cuestiones, que enumeran los técnicos del área: "La posesión de los terrenos municipales existe desde el momento en el que se ejecutó el vallado que delimita la zona del rodadero en la que se debe acometer la ejecución".
Tal y como se constata en el informe de Patrimonio, "el acceso al terreno municipal solamente se permite a través de la catastral colindante y por la puerta anexa existente en el vallado, ejecutado sin conocimiento de dicho Servicio de Patrimonio".
"La causa de los desprendimientos que se producen en la actualidad son consecuencia de la ejecución del talud y la falta de protección de este por el actuante sobre el mismo", agrega el Ayuntamiento.
"El Ayuntamiento tiene que velar por la seguridad pública"
En este sentido, Delgado ha precisado que "siendo la función del Ayuntamiento velar por la seguridad pública, con el fin de evitar riesgos para personas y bienes, en tanto se resuelve el procedimiento en curso, se procederá de manera inmediata a la ejecución subsidiaria de las medidas de aseguramiento del talud por parte de los servicios municipales".
Esta resolución ha sido comunicada a la comunidad de propietarios, "solicitando el acceso al inmueble para proceder al aseguramiento del talud para evitar riesgos, con la advertencia de que deberán hacerse cargo del importe derivado de los gastos de las obras, en su condición de poseedora del espacio afectado, una vez cuantificado y notificado debidamente", ha explicado el concejal, quien ha añadido que "se ha dado traslado de este decreto al Área de Obras, Infraestructuras y Medio Ambiente para su inmediato cumplimiento".
Los vecinos replican: "No somos responsables de esa zona"
Tras las declaraciones realizadas por el concejal de Planeamiento Urbanístico, el presidente de la comunidad de propietarios, José María Portero, ha remitido un comunicado en el que muestra su desacuerdo con que los terrenos afectados de donde proceden los desprendimientos no sean de titularidad municipal.
"Esa está identificada como manzana 33310. El día 22 de febrero del año 2023 el propio Ayuntamiento de Toledo certificó que es 'Dominio Público'", expone Portero, que asevera que "no es cierto" que la zona que da acceso al área de desprendimientos sea el edificio del paseo de la Rosa, 12.
"No somos responsables de esa zona", insiste, al tiempo que señala que la valla a la que hace referencia el edil ya estaba instalada cuando los propietarios adquirieron las viviendas afectadas y el Ayuntamiento ya era conocedor de la situación.
Además, añade, "en la parte superior de la montaña es lógico que exista una valla ya que existe un precipicio de unos trece metros de altura". "Entendemos que se proteja la zona con el fin de evitar desgracias personales pero la única forma de acceso al área de desprendimientos que afecta al edificio es a través de la vía pública", subraya Portero.
Por ello, indica no comprender el permiso que el concejal señala que va a realizar a la comunidad de vecinos para entrar a realizar obras ya que "el acceso es por la vía pública".
"La situación actual existente fue provocada por un acuerdo entre el equipo municipal que gobernaba en esa fecha y la constructora, ya que sin la supervisión del Ayuntamiento era imposible que se gestara la situación existente y de la que quieren hacer responsable a la comunidad de vecinos .
En este sentido, señala que es "un ejemplo es el incumplimiento de la distancia de seguridad entre el edificio y la montaña objeto de desprendimientos, y no obstante el Ayuntamiento facilitó todos los permios y licencias". "Ahora quieren que paguemos nosotros la factura. Es un despropósito y exigimos que se diga la verdad", apunta el presidente de la comunidad vecinal.