Una menor denuncia un intento de violación en el Casco

Una menor de edad toledana ha denunciado ante la Policía Nacional un intento de violación por parte de un hombre de unos 40 años de edad este pasado fin de semana en la bajada de Antequeruela, en el Casco Histórico de Toledo, cuando la chica regresaba sola a su casa de madrugada. No es el único caso de agresión o de abuso sexual ocurrido últimamente en Toledo, según afirma el colectivo feminista Toledo Violeta, que está recibiendo mensajes en su página de Facebook de otras jovenes por similares cirscunstancias tras haber hecho publica esta denuncia.

Según describe en dicha publicación este colectivo, con quien se puso en contacto la víctima y su círculo de amigas -quienes también habrían alertado a través de Instagram sobre la presencia de este hombre en el Casco tras el presunto intento de violación , el varón tendría una “cara demacrada, complexión delgada” e iba vestido “completamente de negro” cuando sucedieron los hechos denunciados.

“Nosotras nos enteramos porque seguíamos a una amiga de la agredida en Instagram. Hubo un aviso en la red y me puse en contacto con una de sus ellas para que me explicara qué pasó, saber si había denunciado -una actuación corroborada por la Delegación del Gobierno en la región- y hacer un comunicado para visibilizar la situación”, manifiesta una de las integrantes de este colectivo a toledodiario, que prefiere no revelar su identidad.

Según indica, la víctima, que rondaría una edad más cercana a la mayoría de edad, se encontraba de fiesta con sus amigas en el Casco durante la madrugada del domingo y se marchó sola a casa, tomando el camino de la bajada de Antequeruela. Allí se encontró con el supuesto agresor, de quien pudo escapar “arrastrándose por el suelo” tras un forcejo con él, que intentó “bajar los pantalones” a la menor.

El colectivo feminista ha condenado este suceso y ha ofrecido su apoyo a la víctima, dejando claro que “no es un caso aislado” y sí “el día a día de muchas mujeres que son acosadas en la calle, que se enfrentan a comentarios machistas y a tocamientos”.

En este sentido, la integrante del colectivo recuerda también otro de estos “tristes” episodios vivido en primera persona. Cuenta que sucedió en el parque de la Vega de la capital regional, donde la chica, entonces menor de edad, fue “perseguida por un hombre con los genitales fuera en el baño público” de este parque. A pesar de la denuncia que realizó de estos hechos, la joven lamenta que “hubo un pequeño juicio que no llegó a nada más”.

Más casos tras el comunicado del colectivo

“Vemos que estas cosas cada vez están más normalizadas. Ayer recibía otra noticia de que un señor de unos 60 años iba en su coche por Toledo diciendo a chicas jóvenes a través de su ventanilla que si las subía o las llevaba a casa. Se normaliza y no hay un castigo eficaz”, asevera la joven.

Asimismo, afirma que después del comunicado que han hecho en su página de Facebook para anunciar la denuncia por intento de violación, les han llegado más sucesos de esta índole. Uno de ellos ocurrido en un bar “muy famoso” de Toledo, donde un camarero habría “acosado sexualmente a una chica en el ropero”. “No contó con el apoyo de sus padres, no lo denunció y no sabe si el tío puede seguir haciendo eso...”, subraya la miembro del colectivo.

También denuncia esta joven que en el Polígono de Toledo podrían haberse dado “otros dos intentos de violación”, aunque no han podido ponerse en contacto con las supuestas víctimas.

En otro de los mensajes recibidos en la página del colectivo, otra joven denuncia situaciones de machismo en la III Carrera y Marcha Solidaria organizada por la Asociación de Personas con Autismo de Toledo (APAT) este domingo en Toledo, donde participaba junto a otras dos amigas como voluntaria para señalizar el recorrido.

Afirma la joven que, sobre las 9.30 horas, en la avenida de Portugal, se acercó a ellas un hombre que "coincide con la descripción" del presunto agresor del Casco Histórico. Según relata, el hombre se pasó la carrera "rondando" a sus amigas y "se notaba que no tenía buenas intenciones", llegando a decirle a una de ellas "qué culito", con un tono "nada agradable". La actitud del hombre, dice la chica, fue recriminada por un agente de movilidad, aunque no evitó que "siguiera el resto de la carrera detrás" de otra de sus amigas.

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