Un agosto más vuelve Consuegra Medieval. El castillo de la localidad toledana acogerá de nuevo esta experiencia que aúna recreaciones históricas, un tablero de ajedrez humano y otros espectáculos, gracias a cerca de 200 voluntarios dirigidos por la Asociación Batalla Medieval.
Consuegra Medieval Comenzó a celebrarse en 1997, conmemorando el noveno centenario de la batalla entre las tropas del ejército castellano-leonés, al mando de Alfonso VI, y las tropas almorávides del general Muhamad Ben Al Hach. Este año alcanza ya su vigésimo octava edición.
El monumento recreará para los asistentes una batalla medieval en la que serán testigos de los entrenamientos de las tropas, los intensos turnos de guardia y la propia cruzada teatralizada.
Este viaje al siglo XI comienza el viernes 16 de agosto, a las 22:00. La Plaza de Toros de Consuegra se convertirá en un tablero de ajedrez humano durante la celebración de As-Satrany: el juego de los ejércitos, donde castellanos y almorávides se enfrentarán en una partida en la que la muerte irá eliminando piezas. Tras la batalla, los supervivientes llorarán a sus muertos en una ceremonia fúnebre con la tradicional ‘Danza de la Muerte’.
El sábado 17 de agosto, a las 10:45, será el turno del desfile de tropas castellano-leonesas hacia la plaza de España. La jornada continuará con la ceremonia ritual mozárabe, a las 11:00. Más tarde, a las 12:00 horas, los visitantes vivirán la apertura del Fosando Castellano, y a las 22:00 podréis volver a vivir la experiencia As-Satrany: el juego de los ejércitos.
El domingo 18 de agosto, a las 10:45, desfilarán las tropas almorávides hacia la plaza de España. A las 11:00 sentiréis las vísperas de la guerra con la llegada del ejército almorávide. Una vez más, a las 12:00, los visitantes disfrutarán de la apertura del Fosando Castellano, y el día terminará sobre las 21:30, con la ceremonia fúnebre por la muerte de Diego Rodríguez, hijo del Cid, y la danza de la muerte, en los extramuros del Castillo.
El Castillo de Consuegra
Aunque sus orígenes se remontan a una fortaleza musulmana del periodo califal, su aspecto actual se debe a una obra de arquitectura militar que los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén pusieron en marcha tras la cesión de la edificación por Alfonso VII y el Alfoz de Consuegra a dicha orden.
Sus muros están llenos de vida, batallas e intrigas, presentándose como un maravilloso ejemplo de construcción militar que, a pesar de sus transformaciones, conserva su esencia original.