"No existen riesgos para la salud” de las personas derivados del incendio del vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo) que se produjo en mayo de 2016. Así lo han detallado el alcalde de esta localidad, Carlos Velázquez, y la catedrática en Tecnología del Medio Ambiente, Marta Schuhmacher. Ha sido con motivo de los resultados del segundo estudio sobre exposición a contaminantes emitidos en este fuego, y que ha realizado el Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica Universidad Rovira i Virgili.
El estudio se ha presentado previamente en la reunión de la comisión social de coordinación sobre el incendio y sus consecuencias, creada por el Ayuntamiento de Seseña, en la que participan todos los colectivos sociales y administraciones implicadas. El alcalde ha señalado que el Ayuntamiento ha cumplido el compromiso adquirido con los vecinos y ha financiado íntegramente este segundo estudio para garantizar la tranquilidad de todos los vecinos" sobre la degradación de los contaminantes”.
Del estudio se desprende que los niveles de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs) son incluso inferiores a los del entorno y, a día de hoy, no existen riesgos para la salud de las personas derivados del incendio. "Nuestra principal preocupación ha sido siempre la salud de los vecinos de Seseña", ha afirmado el primer edil que ha mostrado su tranquilidad porque gracias a este trabajo "hoy podemos afirmar que podemos pasar página en cuanto al riesgo para la salud de las personas".
El primer estudio, realizado gracias a la colaboración desinteresada de Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica Universidad Rovira i Virgili, se llevó a cabo en junio del año pasado y recogía mediciones de calidad en el aire, el suelo y los alimentos cultivados en la zona, con el objetivo de evaluar los riesgos para la salud derivados de la exposición a contaminantes químicos emitidos. Los resultados aconsejaron entonces repetir el estudio para comprobar que los HAPs se han degradado ya, como efectivamente ha sucedido.
Según ha explicado la doctora Schuhmacher, el estudio se ha realizado con las muestras recogidas en diciembre de 2016 y mayo de 2017. Las conclusiones reflejan que en mayo de 2017, aproximadamente 12 meses después del incendio, se observó una importante disminución (entre 4 y 38 veces) de los niveles de HAPs en aire.
Comparación de muestreos
Los niveles de HAPs en suelos actualmente son similares a los existentes en las cercanías de Seseña e, incluso, inferiores a los puntos blancos analizados, si se compara el muestreo inicial (junio de 2016) y el muestreo de seguimiento (diciembre de 2016).
En cuanto a los riesgos para la salud, un año después del incendio (mayo de 2017) los resultados del estudio arrojan que el riesgo en Seseña Viejo, Seseña Nuevo y El Quiñón es similar en las tres localizaciones, inferior al encontrado en junio de 2016 y dentro de los valores normales según las agencias nacionales e internacionales.
Por último, el alcalde ha agradecido al catedrático José Luis Domingo, a la catedrática Marta Schuhmacher y a todo el equipo de investigación su colaboración constante con el Ayuntamiento y la preocupación que han demostrado desde el primer momento por la salud de los vecinos de Seseña.