La Filmoteca Histórica Toledana ha incorporado una nueva grabación a su canal de Youtube que fue realizada por el francés René Picard (1887-1975) y muestra imágenes de la ciudad de Toledo en dos momentos distintos del siglo XX: los años cuarenta y sesenta. Su publicación ha sido posible gracias a un convenio de colaboración con la Cinémathèque de Bretagne.
El resultado comienza por la parte más moderna, grabada hacia 1965, en la que son destacables diversas escenas urbanas llenas de vida. En ellas es posible apreciar el ajetreo de la plaza de la Magdalena -con un Seat 600 descendiendo en dirección a la calle Tornerías- y las coloridas imágenes de los jardines del Museo del Greco, repletos de flores, pasando por el claustro de San Juan de los Reyes.
Más adelante, la grabación se traslada a la zona del Valle, donde René Picard recogió detalles curiosos, como el estado ruinoso de la Torre del Hierro junto a la plaza del Diamantista (0:55), pues aún quedaban varios años para la restauración de la misma. El puente de San Martín protagoniza otras partes del vídeo, siendo todavía cruzado por vehículos, pues el puente de la Cava, que le liberó del tráfico rodado, aún no había sido proyectado.
La segunda parte del vídeo, la más antigua, comienza en el minuto 2:04 y es muy destacable por ofrecer imágenes a color de la década de los años cuarenta. La ciudad aún presenta las heridas de la guerra, visibles en el patio del Alcázar todavía sin reconstruir -durante la visita de unos militares en visita institucional-, en la cercana iglesia de San Miguel -que aparece con sus cubiertas destrozadas, con las tejas hechas añicos como consecuencia de los bombardeos al entorno del baluarte años antes, en 1936- o en el Hospital de Santa Cruz, que aparece desprovisto de su linterna central, que había sido derribada por el pésimo estado en el que quedó (2:12).
Una irreconocible calle Reyes Católicos
La parte más sorprendente del vídeo se corresponde con una irreconocible calle Reyes Católicos, en su confluencia con la calle del Ángel, donde se observa la entrañable escena de una niña jugando tras la reja de la ventana de su casa -derribada años después-, que se situaba donde hoy existe la plaza del Sofer. Junto a dicha ventana, vemos el estanco allí existente por entonces. La configuración de esta vía es muy diferente con respecto a la actual, pues aún no había sido ensanchada con el derribo de la parte del monasterio de San Juan de los Reyes donde se encontraba la puerta del Pelícano.
Otros lugares de la ciudad aparecen en la filmación, como las inmediaciones de la puerta del Cambrón, con muchos niños a su alrededor, incluso alguno montado en un burro; la calle de la Plata a la altura del número 3 o la torre de Santo Tomé.









