"No estoy de acuerdo porque yo trabajo a la japonesa, el país se levanta trabajando. Lo expreso y lo respeto, por supuesto, no ir a clases el viernes 8. Pero creo que el país se levanta trabajando y creo que si le dices esto a uno de León, de Logroño o los que estáis conectados desde el norte os troncharéis que porque va a nevar se interrumpan las clases, pues bueno será que va a caer una nevada que.... Aquí no se cierra la parroquia, aquí tenemos sal, palas, hay una persona encargada y las misas no se suspendes hasta que podamos, que es hasta el final".
Así se pronunciaba en la epifanía del pasado 6 de enero José Antonio Jiménez, parroco de la iglesia San José Obrero, ubicada en el Polígono de Toledo, apenas unas horas antes de que la borrasca Filomena comenzara a posar los primeros de los innumerables copos de nieve que dejó en la capital regional de Toledo durante más de tres días, provocando una nevada que los expertos han calificado como una de las mayores de la historia y que ya venían advirtiendo.
Jiménez, que retransmite ahora la eucaristía de manera 'online', mostraba su malestar porque la intención de interrumpir las clases el viernes 8 de enero en esta misa que se retransmite a través de la página de Facebook de la parroquia. No obstante, los centros escolares no volverán a tener clases presenciales en la ciudad hasta, al menos, el próximo día 18, tras la caótica situación que ha generado el temporal en toda la capital castellanomanchega.
En los ruegos que hacen a Dios durante la liturgía, el párroco pedía "mucho por los maestros y estudiantes universitarios", a quienes han puesto "casi todos los exámenes online". "Agárrate con los exámenes online", señalaba también en su discurso. "Le pido a Dios por todos los que tenéis exámenes presenciales, que los hay, y respetando tantas ideas, le pido a Dios por los maestros. La única manera de levantar y cambiar un país es con la educación y la sanidad", agregaba Jiménez.
Pandemia
También se pronunciaba sobre la evolución de la pandemia, indicando que el jardinero y colaborador que tiene en la parroquia desde hace 12 años salía ese día del hospital sin que le hubieran hecho una prueba que confirmara si estaba infectado o no de coronavirus. "Le pido a Dios por todos los que tienen la posibilidad de hacerse una prueba en el día: sanidad privada", rezaba. "Y aquellos que tienen que esperar meses para hacerse una prueba o no se la hacen. Veis, no voy a callar....", continúaba.
"Pero le pido a Dios por los sanitarios, los médicos, celadores y todos los empleados, para que de verdad entre todos podamos atender el bien común, porque efectivamente hay una tercera ola", reconocía el párroco, que pedía también que "se haga justicia con aquellos que la han líado, en las discotecas, en las fiestas, en los encuentros, que la han liado gorda para que tú y y yo estemos aquí cumpliendo las normas". "No les pondría una multa de 600 euros, les mandaba a pintar todo el hospital de color esparanza. No hay derecho que por cuatro tengamos que pagar todos".