El consumo de tabaco, tanto en forma de cigarrillos como de puros, tabaco de mascar o en pipa, junto al consumo excesivo de alcohol, especialmente si se combina con el tabaco, constituyen los dos mayores factores de riesgo en el cáncer oral.
De hecho, tres de cada cuatro cánceres orales podrían ser prevenidos eliminando el consumo de tabaco y alcohol, según datos publicados por el Consejo General de Dentistas de España y recogidos en distintas revisiones de guías de Odontoestomatología, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de tumores secundarios.
Además de la eliminación de estos dos hábitos tóxicos, una revisión periódica con el odontólogo supone una de las principales medidas de prevención, ya que “son estos profesionales quienes pueden dar la voz de alarma ante la detección de los primeros síntomas, logrando así un diagnóstico precoz y un mejor pronóstico de la enfermedad”.
Así lo sostiene el equipo de la Unidad Dental del Centro Médico Quirónsalud Toledo, desde donde quieren poner el foco este 12 de junio, Día Europeo contra el Cáncer Oral, en la prevención de esta enfermedad “más habitual de lo que puede parecer y cuya prevalencia sigue en aumento”, explica la odontóloga Raquel Menacho García.
Otros factores de riesgo
Para la especialista, especial atención hay que prestar también “al uso de protector solar labial, ya que la exposición prolongada al sol aumenta el riesgo de cáncer a nivel labial, además de mantener una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras pues una falta de nutrientes esenciales y deficiente en antioxidantes puede reducir la capacidad del cuerpo para combatir mutaciones celulares”.
La edad, ya que es más común en personas de más de 40 años; el sexo, con una mayor incidencia en hombres; una mala higiene bucal, el virus del papiloma humano y la predisposición genética completan el listado de factores de riesgo en este tipo de cáncer.
El papel del odontólogo resulta crucial en la detección precoz del cáncer oral o de boca, uno de los tumores incluidos en la categoría de cánceres de cabeza y cuello. “Aunque puede afectar a cualquier parte de la cavidad oral, su localización más frecuente suele ser el borde lateral de la lengua y el suelo de la boca”, indica Eva Tavira Mora, higienista dental del Centro Médico Quirónsalud Toledo.
“Es necesario realizar una buena historia clínica de cada paciente para encontrar todos los posibles factores de riesgo, así como una exploración extra e intraoral para conseguir disminuir su morbimortalidad”, añade.
Síntomas comunes
Úlceras persistentes, bultos en el cuello o dolor al tragar son algunos de los síntomas de este tipo de cáncer. La forma más común, detallan, “es el carcinoma de células escamosas orales, que constituye alrededor del 90% de los casos”.
“Se caracteriza por una rápida progresión y una alta propensión a la metástasis ganglionar, lo que complica el diagnóstico y tratamiento”, inciden.
De ahí, subrayan, la importancia de las revisiones y la detección precoz, ante un tipo de cáncer “cuya tasa de superación puede superar el 90% si se detecta en etapas iniciales”.