El objetivo de esta intervención es reducir la accidentalidad causada por el atropello de animales que atraviesan la vía, reforzando la seguridad de los conductores y aumentando la protección de la fauna del entorno, ha informado el Ministerio en nota de prensa.
El proyecto contempla la instalación de balizas disuasorias de fauna y de control. Las balizas disuasorias de fauna cuentan con ultrasonidos y luces led intermitentes que emiten señales acústicas y luminosas, para alertar a los conductores de la posible presencia de animales y disuadir a estos de cruzar la vía.
Estas balizas, alimentadas con placa solar, solo se activan con la existencia de tráfico en la calzada o con la presencia de un animal dentro de un radio de detección que oscila entre los 13 y los 17 metros. Su instalación se realiza cada 20 metros, protegiendo así toda la longitud de la vía.
Por su parte, las balizas de control se activan únicamente con la presencia de vehículos, y se situarán a una distancia entre 150 y 200 metros de las disuasorias de fauna. De esta manera, cuando un vehículo detectan un vehículo, la baliza de control activa las disuasorias de fauna, advirtiendo tanto al conductor como al animal del posible peligro. Por último, se colocarán vallas de cerramiento en uno de los márgenes de los tramos.
Esta intervención forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que prevé invertir hasta 659 millones de euros, sin IVA, de los fondos NextGenerationEU en la modernización de más de 80 túneles, la protección de usuarios vulnerables y fauna, la promoción de la sostenibilidad y la eficiencia energética y la reducción del ruido en la Red de Carreteras del Estado.