Cocinar es, fue y será, una actividad social ya que durante su realización no solo se comparten recetas, que también, sino preocupaciones, vivencias, consejos, lágrimas o risas, sobre todo entre las mujeres y, en especial, las más mayores ya que la cocina ha sido un espacio tradicionalmente relegado a las mujeres debido a la distribución sexista de las tareas domésticas.
La productora de cine francesa Chaï Chaï Films ha aprovechado esta discriminación para darle voz a las mujeres. En torno a fogones y recetas surge ‘Grandma's project’ (El proyecto de las abuelas), un proyecto audiovisual en el que las protagonistas son las abuelas.
“La receta es una excusa para contar una historia porque cocinar es un momento de intimidad, en el que estás segura y con confianza para hablar”, explica Mélody Da Fonseca, diseñadora gráfica y directora del cortometraje ‘Tortilla de patatas’, una de las producciones que forman parte de la segunda temporada de ‘Grandma's project’.
Da Fonseca es francesa descendiente de una migrante toledana, Juana García, la protagonista de su corto junto a ella misma, ya que nieta y abuela dialogan mientras hacen una tortilla de patatas.
“Abuela, ¿Cuántas tortillas de patatas has hecho en tu vida?”, le pregunta Da Fonseca. “No sé, no las podría contar, más de un millón”, responde García quien nació en 1941 en Aldeanueva de San Bartolomé, un municipio de la provincia de Toledo en el que actualmente viven cerca de 500 personas.
Con 23 años, García emigró junto a su marido a Francia y, 60 años después, no se arrepiente. “La vida del campo era muy triste, no lo echo de menos… a mis 22 años no sabía que era un grifo de agua, en el pueblo no había”, le cuenta la toledana a su nieta en el cortometraje mientras cocinan. “Mi sueño era salir del pueblo, hasta que salí” y las dificultades pasaron a ser otras. “Trabajaba en una casa, allí comía, dormía y todo”, recuerda.
Con su película, Da Fonseca da a conocer, a través de las vivencias de su abuela, “cómo era ser mujer en un pueblo en los años 50; cómo era ser una joven con ilusiones bajo la Dictadura de Franco; o cómo era casarse en aquellos tiempos”.
Tras contraer matrimonio, Juana García adoptó el apellido de su marido, pasando a llamarse Juana Fernández. Sin embargo, en la producción de su nieta prefiere el suyo. “Reivindicar su apellido es una forma de decir que es su momento y de lucirse por lo que ella es, sin su marido, sin depender de nadie más… Refleja su voluntad de empoderarse”, explica Da Fonseca.
“Durante Franco la vida en los pueblos era muy dura”
“Mi abuela no pudo estudiar, era la única chica de cuatro hermanos… Se fue a Francia ya casada, en 1964, buscando la supervivencia… iba de casa en casa de gente rica trabajando limpiando y de niñera durante muchísimos años. Luego encontró una familia que hacía cortinas y se dedicó a eso el resto de su vida”, señala su nieta, una diseñadora gráfica que con su corto ha dado a su abuela, que a su vez es el reflejo de la historia de muchas mujeres.
“Durante Franco la vida en los pueblos era muy dura y, en el caso de Aldeanueva de San Bartolomé el pueblo entero se fue a Francia… Una vez en mi pueblo hubo una reunión organizada por el Ayuntamiento a la que asistieron unas 200 personas y se preguntó quién había emigrado a Francia. El 99% del público tenía a alguien que se había ido”, señala la directora de ‘Tortilla de patatas’.
Así, este film se basa en una de las recetas más tradicionales de España para contar la historia de cientos de españoles y españolas. “La razón para emigrar puede ser política, mucha gente era republicana, y económica, porque había mucha pobreza. Mis abuelos se fueron hacia los Pirineos por el trabajo, tenían conocidos que trabajaban allí”, señala.
“Las mujeres se iban más a las capitales y ciudades más grandes porque solían trabajar en casas de gente rica”, detalla Da Fonseca. “En los años 80 hubo una ley francesa que daba un poco de dinero a los migrantes para que volvieran a su país y mucha gente volvió, pero otros muchos no, entre ellos mi abuela”.
‘Tortilla de patatas’ refleja el fenómeno de la migración española y el sentimiento que comparten las personas migrantes, independientemente de su origen. “La gente que se va del pueblo por razones políticas o económicas llega a otro lugar y tiene el corazón partido en dos, están bien pero desde que se van tienen un pie allí y otro aquí, están separados en dos”, explica Da Fonseca.
“El dolor del migrante, más allá de mi historia con mi abuela, lo vive mucha gente y esa es la esencia del documental: empieza desde una historia personal e íntima, desde una relación de dos, para ir a algo más general”, que va mucho más allá de esa receta, de esa cocina, de la historia de García.
“Lo que cuenta mi abuela es la historia de cientos de mujeres migrantes de cualquier lugar de España y más allá”, puntualiza.
De la España profunda a las afueras de París
La familia de esta directora francesa solía ir a su pueblo toledano en las vacaciones. “Volvemos al pueblo cada verano. Aunque mi trabajo y mi casa están en París tengo esa relación con mi pueblo y ahora que mi abuela está en la residencia voy mucho más”, explica.
Juana García ingresó hace apenas unos meses en la residencia para mayores de Aldeanueva de San Bartolomé, aunque el corto del que es protagonista se grabó en su casa de Francia, situada a las afueras de París donde “ha vivido prácticamente toda su vida”. “Los momentos de recuerdos, cuando habla de su pasado, fueron grabados en España”, añade su nieta.
“Mi abuela me decía que trabajó toda su vida para que nosotros pudiéramos hacer lo que quisiéramos”, asegura la cineasta quien lamenta que García nunca pudo cumplir su sueño: ser modista.
‘Grandma's project’ recoge estas realidades con dos ingredientes básicos: una receta de cocina y una abuela. Los proyectos cinematográficos que sigan esta línea pueden presentarse y, si son seleccionados, consiguen financiación para su grabación. “Me dieron una subvención de 1.500 euros, no es mucho, pero te da el impulso”, destaca la directora francesa quien apostó por este formato tras ver un corto de la primera temporada del proyecto.
“Un amigo participó y me encantó el corto que hizo sobre su abuela. Así que cuando lanzaron la segunda temporada me presenté y mi corto fue seleccionado de forma unánime”, señala la directora francesa.
‘Compartir la herencia más deliciosa del mundo’ es el lema de este proyecto audiovisual que recoge trabajos de todo el mundo removiendo numerosas conciencias cinematográficas, pero también del público en general que, tras ver sus producciones, se han cuestionado: “¿Por qué nunca cogí el móvil y grabé a mi abuela?”.
‘Minestra di Verdure’, ‘Sile’, ‘Sindhi Kadhi’ o ‘Marillenknödel’, recetas de Italia, Turquía, India y Austria respectivamente, son los nombres de otras producciones de ‘Grandma's project’ que se pueden encontrar en la web de esta iniciativa mundial.
“Es un proyecto colaborativo de web-series en las que se difunden recetas e historias de abuelas de todo el mundo, grabadas por sus nietos y nietas”, recuerdan sus impulsores.
Tal y como comparte su nieta, Juana García actualmente padece alzhéimer. El corto del que es protagonista no recoge todas sus vivencias aunque, tras ser diagnosticada, su grabación le dio "la felicidad de tener ese espacio propio" que tanto anhelaba.
Proyección en Torrijos
El corto 'Tortilla de patatas' puede verse en la web de la serie Grandma's project y este sábado, 4 de noviembre, en Torrijos como parte del III Encuentro de Creación Audiovisual, organizado por la asociación cultural torrijeña Colectivo Mazapán en el marco del festival de Cine Social de Castilla-La Mancha (Feciso) 2023.