Las elecciones generales en España son, a su vez, 52 comicios provinciales (50 provincias más Ceuta y Melilla) que reparten el número de diputados asignados a cada una de estas circunscripciones. Entre todos ellos -350- conforman en su conjunto la representación de la ciudadanía del país en la Cámara Baja.
La distribución actual hace que las provincias más pequeñas estén sobrerrepresentadas. En Castilla-La Mancha, la de Cuenca, que reparte tres diputados, es ejemplo de esta situación, mientras que la de Toledo sí cuenta con un número de escaños -seis- prácticamente proporcional a los habitantes que tiene.
Según los resultados de las últimas elecciones celebradas, esta media docena de representantes se distribuyen entre tres o cuatro formaciones políticas. Si se repite esta circunstancia, la cita electoral supondrá una pelea entre Sumar y Vox por obtener el quinto y sexto escaño en la provincia si ambas formaciones logran superar entre el 13,5 o 14% del total de votos.
¿Por qué este porcentaje?: Si nos atenemos a los resultados de las últimas elecciones generales celebradas desde 2015, esta cifra ha supuesto el umbral mínimo para entrar en ese reparto de escaños que según los sondeos liderarán de nuevo PSOE y PP. Cada uno de estos partidos suele superar el 25% del total de votos en la provincia, lo que habitualmente les otorga un mínimo de dos escaños a cada uno.
En este sentido, la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, manifestó en el acto de precampaña que realizó en Toledo este domingo que el voto a Sumar "es el que se necesita, el que vale doble" ya que la disputa de ese quinto y sexto escaño en la provincia puede suponer un diputado menos para la ultraderecha en el Congreso si cae en manos de la candidata de la coalición progresista: Marta Romero.
Últimas convocatorias electorales
En la última legislatura, PSOE, PP y Vox han contado con dos diputados cada uno por esta provincia pese a la diferencia porcentual de voto entre las tres formaciones en las elecciones de noviembre de 2019. En ellas, el PSOE obtuvo un respaldo del 32,23%, el PP del 26,16% y Vox del 23,85%. La cuarta fuerza más votada fue Unidas Podemos -9,66%- y la quinta Ciudadanos -6,89%-.
Por su parte, en las primeras elecciones de abril de 2019, PSOE y PP se repartieron también los 4 primeros escaños -dos cada uno-, mientras que el quinto y sexto lo obtuvieron CS -17,55%- y Vox -16,87%-. Unidas Podemos quedó en un 10,55%. Sin embargo, la repetición electoral hizo que CS lo perdiese tras una sangría de votos que dejó fuera del Congreso a Juan Carlos Girauta. El escaño quedó en manos de Vox, que subió al 23,85%, y permitió la entrada en el Congreso de la actual vicealcaldesa de Toledo, Inés Cañizares, quien precisamente repite como número 2 en esta ocasión.
Si nos remontamos a anteriores convocatorias electorales, en el año 2015 CS y Podemos -con un 13,8% y 13,62% de los votos respectivamente-, consiguieron un escaño cada uno en la provincia de Toledo -PSOE y PP repitieron con dos cada uno-. En 2016 la coalición de Unidas Podemos consiguió también un diputado con un 14,52% mientras que CS se quedó fuera con un 13,01%. En esa ocasión, el PP sumó 3 escaños al llegar al 43,47% de los votos, y el PSOE se quedó en 2 con un 26,68%.
Tal y como detallan en este artículo de elDiario.es, "el escenario más interesante en estas elecciones se da en las circunscripciones medianas, donde la pelea entre el tercer y el cuarto por entrar en el reparto de escaños será más intensa". "Hay unas veinte provincias donde el tercer partido, si se encuentra por encima del 12%, se está disputando el último y el penúltimo escaño con distintos actores", traslada en este análisis Carlos Fernández Esquer, autor del libro ‘Sistemas electorales regionales en Estados multinivel’.
"En realidad la cosa no es tanto quién queda en tercera o cuarta posición, quién tiene más votos, sino llegar a un porcentaje de votos suficiente en cada circunscripción”, apunta también Fernández Esquer, autor de un reciente artículo en el blog Piedras de Papel junto con David Campo, máster en Análisis Político por la Universidad Oberta de Catalunya, en el que avanzan, en esta línea, que la partida del 23J puede estar menos decidida de lo que señalan algunas encuestas.