Con la misma contundencia con las que el movimiento feminista ha vuelto a reivindicar otro 8 de marzo más una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, se han llevado a cabo cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas las actividades y actos convocados con motivo del Día Internacional de la Mujer.
El 8M de 2021 ha dejado de lado las multitudinarias manifestaciones, limitadas por la pandemia y prohibidas en Madrid, por actos simbólicos en la calle como cadenas humanas, concentraciones de aforo reducido, decorados balcones morados o aplausos colectivos que las gotas de lluvia no han impedido brindar un año más por todas las mujeres.
"Las calles siguen siendo nuestras", reclamaban las asistentes a la cadena humana que se celebró en el Paseo de Recaredo en Toledo. Convocada por la Asamblea Feminista y el Colectivo Feminista Toledo Violeta, cerca de un centenar de personas se unieron a la iniciativa de protesta en la que se escucharon consignas como "a palabras machistas, oídos feministas".
"Nunca jamás nos vamos a callar, nunca jamás nos van a amordazar", reclamaron en relación a la prohibición de las manifestaciones y convocatorias en Madrid. Manteniendo las distancias de seguridad y salvando la dificultad de las mascarillas, las asistentes corearon las consignas, cantaron el 'Bella Ciao' feminista y saltaron al ritmo de "un bote, dos botes, machista el que no bote". "Obreras y estudiantes, unidas y adelante. Las calles seguirán siendo nuestras", afirmaron.
Por su parte, en la plaza de Zocodover, la Plataforma 8M Toledo llevó a cabo también una concentración para la que realizaron una convocatoria pública con el propósito de que el acto contara con un número reducido de personas. "Nos quieren silenciadas, nos tendrán empoderadas", "no es no, lo demás es violación", "no es una fiesta, es una protesta", "no es una muerte, es un asesinato", fueron algunas de las consignas que lanzaron en el acto en el que dieron lectura al manifiesto que este año lleva por lema 'No somos invisibles, somos imprescindibles'.
Poner los cuidados en primera línea
"Queremos hacer ver que los cuidados tienen que ser lo prioritario para poder salvar la vida, que eso se ha demostrado en esta pandemia", manifestaba Ana Miranda, portavoz de la Plataforma 8M Toledo, sobre el discurso que el colectivo ha querido resaltar este año en el que cree que "no ha mejorado nada" las desigualdades que afrontan las mujeres con la emergencia sanitaria que vivimos.
En este sentido, apuestan por que "los cuidados se pongan en primera línea", que los asuman "de igual manera hombres y mujeres" y que "el Estado, con los servicios públicos, asumiera su parte". "Se está viendo que los cuidados son una parte fundamental para mantener la vida en el planeta", ha agregado Miranda.
"Las mujeres hemos perdido muchos puestos de trabajo, también poder adquisitivo. Y la pobreza ha aumentado, si era femenina se ha agudizado muchísimo más", ha lamentado la representante de la plataforma. "Hemos dado un paso atrás. Hemos estado encerradas en casa, cuidando en todos los sitios, algo que suma a nivel personal pero que nos resta a nivel social. No nos permite estar al nivel de los hombres, a quienes parece que se les permite no cuidar mientras a nosotras parece que se nos obliga", ha reflexionado.
Lamenta "las presiones" al movimiento feminista
No obstante, la reivindicación que planteaban este 8 de marzo ha llevado aparejada también "las presiones" que lamenta que ha recibido el movimiento feminista por la convocatoria de actos en la calle, tanto las prohibiciones para realizarlos en Madrid como las recomendaciones para no llevarlos a cabo en Castilla-La Mancha. "Nos parece todo tan absurdo, tan patriarcal", han reprochado.
"No lo hemos entendido desde un PSOE que se supone feminista, que nos trate como si no fuéramos a ser lo suficientemente responsables para llevar a cabo unos actos como los que hemos hecho", ha indicado Miranda, que ha recordado también el encuentro poético y musical que llevaron a cabo este domingo en el Castillo de San Servando con los aforos y las medidas establecidas por la COVID-19. "No se corre ningún peligro más allá de derrocar al patriarcado", ha aseverado.
"Hemos estado en los hospitales, entubando a personas o viendo morir a compañeras, o en las residencias de ancianos. Hemos estado en la primera línea, no hemos estado en Marte. También hemos estado en casa, viendo a nuestros hijos sin poder salir un montón de meses, consolándoles y explicándoles qué era esto de una pandemia", ha manifestado Miranda, que ha subrayado que las mujeres son "las más consecuentes con lo que está pasando". "No nos la íbamos a jugar por estar un ratito en la calle".