El cambio climático, reflexiona el director general de Industria, Minería y Energía de Castilla-La Mancha, José Luis Cabezas, es algo que sólo “niega el presidente de los Estados Unidos”. “Me parece una situación muy triste”, lamenta. La situación global, continúa, debe impulsar cambios en las gestiones de las administraciones públicas, cambios que inevitablemente deben incidir en el modelo energético, y por tanto, de los hábitos y costumbres de los ciudadanos en su vida cotidiana. “Es necesario modificar el uso de la energía que tenemos, por otro que frene rápidamente este cambio y, por tanto, la ruina de nuestra casa universal”, declara.
Es por eso que el sector de la energía es “crucial” para continuar con el objetivo. Castilla-La Mancha está “muy bien posicionada” en el ámbito energético, explica, pero durante la legislatura actual no se han podido conseguir grandes avances. “La base con la que trabajamos estos años es la que quedó en 2011. Entre 2011 y 2015 no se hizo nada en materia de renovables. Esa es la realidad. En los años del PP el ámbito energético fue de parálisis total”, lamenta. Ante esto, los cimientos que se han querido plantar aspiran a que en los próximos cuatro años se lleguen a “cuadruplicar” las cifras de producción de energía renovable en la comunidad autónoma.
Al iniciar la legislatura había un total de 3789 megavatios producidos a través de energía eólica, mientras que en fotovoltaica el total era de 922 megavatios, en hidráulica 130 y en termosolar 350. Junto a la producida gracias a la biomasa, que llega a los 41 megavatios de potencia, el total era de 5226, a lo que se puede sumar también la producida gracias a la ecogeneración, una tecnología que permite producir electricidad y calor, que acumula un total de 381 megavatios. Esto sumaría más de 5.600 megavatios en 2011, pero también los actualmente.
En total en la región existe una producción de energía de unos 8.200 megavatios, sumando la energía no renovable que también incluye la producida por la central nuclear de Trillo. “Casi el 70% es de origen renovable. Con esa potencia instalada producimos energía que es aproximadamente 51% renovable y 49% no renovable”. Esta diferencia se debe a que a veces no hay viento ni sol, y así se necesita de la energía obtenida a través de la central nuclear y los ciclos combinados. Castilla-La Mancha consume la mitad de la energía que produce: “si fuéramos una isla”, bromea Cabezas, “la región podría abastecerse 100% de energías renovables”.
Comunidad líder
En relación a la energía fotovoltaica, Castilla-La Mancha es la región con más potencia instalada. Además, se ubica como la segunda en producción de energía eólica, y tercera en energía termosolar. Por el contrario, en lo que se refiere a la hidráulica, es superada “con creces” por el resto de las regiones. La conclusión de Cabezas es que la región es la quinta con más energía de origen renovable de España, destacando especialmente la provincia de Albacete, donde se produce un total de 2.350 megavatios, seguida por Cuenca con 1.113.
A nivel empresarial, la región ha despertado un “gran interés” para los grandes productores (y también para los “no tan grandes). El interés viene de la “gran suerte” que tiene el territorio, que es una extensión “enorme” con más de 80.000 kilómetros cuadrados para la instalación de paneles fotovoltaicos, “la tecnología de moda”. “Preveo que en dos o tres años, la fotovoltaica va a estar por delante en número de megavatios instalados y eso es por las grandes horas de sol de las que disfrutamos. Castilla-La Mancha es ideal para la rentabilidad de la tecnología fotovoltaica”, asegura Cabezas, que recalca que la temperatura que se consigue es la “eficaz” para este tipo de paneles.
El futuro
El director general destaca el “gran esfuerzo” que se ha hecho para modificar la normativa y facilitar también los trámites, gracias a un seguimiento individualizado de los expedientes que se han ido presentando. Esto ha permitido que cada uno de los documentos tarde ocho meses de media en tramitarse, cuando antes era un proceso de “años”. Por eso, hay más de 13.500 megavatios avalados en la actualidad, todos de renovables, lo que supone un total de 135 millones de euros que ya están depositados en la región. De esta energía, más de 4.600 megavatios están ya en trámite, y más de la mitad se está gestionando directamente desde la región, mientras que el resto en el Ministerio de Industria.
En Albacete se está tramitando un total de 21 proyectos, que suma un total de 788 megavatios; en Ciudad Real, son 29 las iniciativas que podrán acumular 1127, mientras que en Cuenca hay nueve, 48 megavatios, en Guadalajara 21, con 181 megavatios, y en Toledo, 39 con una potencia en total de 485. “Este modelo que impulsamos es fundamental, pero lo importante es saber cómo aplicarlo”, explica el director general.
Por eso, señala que no se puede depender sólo de la producción, sino también concretar cómo se hace. “Debemos actuar más en las viviendas, conseguir el aislamiento térmico de los edificios y hablar también de movilidad. El sector del transporte es fundamental y para eso tenemos que actuar ciudadanos, administraciones y empresas para conseguir que en los próximos años se cambie a vehículos eléctricos, con hidrógeno o gas natural”, concluye Cabezas.