"Estamos viendo datos que reflejan lo ocurrido en la pandemia, pero también hay un decalaje, porque ese exceso de mortalidad, al hablar de cuándo se formalizan las herencias, se ve más tarde, en seis meses o en año y medio, incluso en más tiempo". Así explica María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado, los últimos datos de herencias y de donaciones de inmuebles publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las cifras indican que en 2021 se alcanzó el dato de viviendas heredadas más alto de los registrados hasta el momento, en una estadística que el INE realiza desde 2007. En el último año se rozaron los 199.000 pisos y casas heredadas, casi un 30% más que en 2020, cuando se registraron 153.495 viviendas transmitidas bajo esa fórmula; y fueron casi 20.000 inmuebles más que los registrados por el INE tanto en 2018 como en 2019. Pero no solo crece el número de viviendas heredadas. También aumenta, de forma sostenida, el de inmuebles donados. Algo que, de hecho, ya se percibía antes de la pandemia.
Mientras regiones como Andalucía, Catalunya, Madrid y Comunitat Valenciana concentraron más viviendas heredadas, los mayores crecimientos en el último año están sobre todo en la España interior, en provincias de Castilla y León y Castilla-La Mancha, pero también en Andalucía y Galicia. Como ejemplo, territorios como Toledo, Segovia, Salamanca, Granada o A Coruña han visto crecer las transmisiones de inmuebles vía herencia en más de un 30% durante el último año.
Aquí puede consultarse la evolución de este crecimiento por provincias:
Las cifras de viviendas heredadas crecen y lo previsible es que esa tendencia siga. "Más que hablar de una ola de pisos heredados, hablamos de decalaje porque la gente, a veces, tarda seis meses en formalizar una escritura y, otras, tarda un año o tarda 20, porque se está peleando toda la familia", explica María Teresa Barea.
Los datos de donaciones también apuntan un crecimiento progresivo en los últimos años, que se ha acentuado, sobre todo, en 2021. Si en 2019 se alcanzaron los 18.900 inmuebles donados, en 2020 la cifra se situó en más de 20.100 y un año después se rebasaron las 25.000 viviendas.
"Detrás de las cifras de donaciones hay dos causas que son igual de relevantes", argumenta María Teresa Barea. "Una, la fiscalidad de la donación. En aquellos territorios donde el impuesto de donaciones tiene bonificaciones, sobre todo de padres a hijos, la gente se anima a donar, como Andalucía, Madrid o Murcia. Hay que recordar que lo bonificado es el impuesto de donaciones, porque luego está el impuesto patrimonial, la ganancia, en el IRPF; y el de plusvalías municipales", matiza.
"Un segundo factor es que, en época de crisis económica, de dificultades y de incertidumbre, hay más donaciones. Aumentan porque es un mecanismo de solidaridad intrafamiliar y ese factor es generalizado en todas las comunidades", añaden desde el Consejo General del Notariado.