El año 2020 terminó con 23.294 accidentes laborales en Castilla-La Mancha, un 14% menos de los ocurridos en 2019, un descenso marcado a juicio de UGT por " la crisis sanitaria y económica de la COVID-19 y la menor actividad productiva en las empresas de la región". A pesar de este descenso generalizado, el sindicato considera "preocupante el incremento de las muertes en accidente laboral, un 44% más al pasar de los 36 fallecimientos en 2019 a los 52 el año pasado".
Según detallan estas cifras, presentadas en la Comisión Regional de Seguridad y Salud Laboral, integrada por la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, la Consejería de Sanidad, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, UGT Castilla-La Mancha, CCOO Castilla-La Mancha y CECAM, de esas 52 muertes, la mayoría (35) se produjeron en el centro de trabajo, 8 en desplazamientos durante la jornada laboral, 6 en otro centro de trabajo y 3 in itinere. Fallecieron 49 hombres y 3 mujeres, siendo Servicios el sector con más siniestralidad mortal. No obstante, donde más crecieron estos accidentes fue en Agricultura (se pasó de 6 a 13 muertes) e Industria (de 5 a 13).
Por provincias, Toledo y Cuenca –aunque sobre todo esta última- fue donde más crecieron los accidentes mortales. En Cuenca hubo dos muertes en 2019 y 14 en 2020, mientras que en Toledo la evolución ha sido de 10 a 17. Ciudad Real registró 10 fallecimientos, uno más que en 2019; Albacete, 8, 4 menos; y Guadalajara, 3, la misma cifra que el ejercicio pasado.
UGT Castilla-La Mancha pone de relieve, no solo esta subida de las muertes en el trabajo, sino también las causas que a su juicio "más han contribuido a este incremento: las condiciones materiales y las patologías no traumáticas".
Por ello, han hecho extensible al Gobierno regional "la necesidad de incrementar el número de inspectores de Trabajo". "El objetivo no es otro que poner fin a esta lacra de nuestro mercado de trabajo", dice el sindicato, que exige incrementar los recursos destinados a la prevención de los riesgos laborales y a la seguridad y salud laboral.
Toledo fue la provincia que concentró el mayor número de siniestros
De los 23.294 accidentes de trabajo ocurridos el año pasado, 21.824 fueron durante la jornada de trabajo y 1.470 in itinere, mientras que 16.899 los sufrieron hombres frente a 6.395 mujeres. En cuanto a la gravedad, 23.016 fueron leves, 226 graves y 52 mortales.
Toledo fue la provincia que concentró el mayor número de siniestros, un total de 7.815, un 12 por 100 menos de los que hubo en 2019. A Toledo le siguieron Ciudad Real, con 4.840, con una disminución del 19,2 por 100; Albacete, con 4.232, un 12,8 por 100 menos; Guadalajara, con 3.735, un 16,9 por 100 menos; y, por último, Cuenca, con 2.672, un 8,3 por 100 menos.
Por sectores, el que tuvo más accidentes fue Servicios, 11.653. En Industria hubo 5.687; en Construcción 3.563 y en Agricultura 2.391.
El descenso del número de accidentes ha tenido reflejo en la caída del índice de incidencia, el valor que relaciona el número de accidentes en jornada de trabajo y la población protegida por contingencias profesionales (PASS), y que supone por tanto el principal indicador de siniestralidad.
Ese índice ha caído en el año 2020 en un 12,5 por ciento respecto al año anterior, habiéndose reducido tanto en el personal asalariado (-12,8 por ciento) como en el colectivo de personas autónomas, un 7,8 por ciento; y encadenando con 2020 cinco años consecutivos de descenso.