Un total de 85 técnicos de Hacienda se han concentrado en Toledo para protestar por el “enquistamiento” de la situación que sufren, lo que está afectando al funcionamiento de la Administración, como demostraría, por ejemplo, el desplome del 82% del número de denuncias de presuntos delitos fiscales, por lo que instan a la Dirección de la AEAT a que apruebe medidas para solucionar estos problemas.
Así, mientras que en Toledo han adelantado sus manifestaciones más del 80% de los técnicos de Hacienda en esta ciudad, en España serán más de 3.000 los técnicos que han empezado a concentrarse ante las Delegaciones de la AEAT, según el sindicato Gestha (convocante de las mismas), para evitar “un colapso” de la campaña de la renta, teniendo en cuenta que la solicitud de cita para la atención telefónica se inicia el próximo 29 de abril.Esta será la tercera oleada de concentraciones, ahora con carácter estatal, tras las protestas previas de unos 2.000 técnicos de Hacienda de las principales Delegaciones de la AEAT que pidieron una solución a la paralización de su carrera profesional, la crisis de movilidad y la mala gestión de Recursos Humanos de la AEAT.
Seis motivos
Además de la paralización de la carrera profesional que afecta a todo el personal de la AEAT desde “hace casi tres lustros” (salvo unas medidas extraordinarias aprobadas en 2018 para evitar el colapso de la organización), Gestha denuncia varios problemas históricos que atañen específicamente a los técnicos, el mayor colectivo de funcionarios de la AEAT, que representan además el 85% de los funcionarios del grupo A que tienen las competencias para investigar el fraude fiscal y aduanero, liquidar deudas y sanciones y cobrarlas.
Así, los técnicos denuncian el “incumplimiento” durante más de 17 años de la Disposición Adicional Cuarta de la Ley Antifraude de 2006, que obliga a la Administración a adecuar sus puestos de trabajo según la complejidad, dificultad y responsabilidad de sus tareas. Una norma que se introdujo como paso intermedio para la creación del Cuerpo Superior Técnico de Hacienda (CSTH) con el que aumentar notablemente la capacidad de actuación de la AEAT.
Los técnicos denuncian, según asegura el sindicato Gestha, su “defectuoso” encaje en la organización, pues perteneciendo al grupo A y compartiendo funciones, responsabilidades y régimen de incompatibilidades con los inspectores, sus complementos específicos (el componente salarial que retribuye la especial dificultad técnica, responsabilidad o incompatibilidad) están solapados con los de los agentes tributarios (grupo C) y muy alejados del de los inspectores.
Lo mismo ocurre con las productividades (el componente salarial que debería retribuir el especial rendimiento, actividad, interés o iniciativa), que se concentran de forma desequilibrada en los inspectores sin tener en cuenta --denuncia Gestha-- la efectiva aportación de los técnicos a la consecución de los objetivos de la AEAT.
Otro problema es la difícil movilidad geográfica de los técnicos, que contrasta con la facilidad de movimiento en otros cuerpos funcionariales de la AEAT.
En este sentido, Gestha recuerda que unos 1.200 técnicos quieren trasladarse a la provincia donde tienen sus relaciones familiares y afectivas, y en la última convocatoria de movilidad, el 87% de los participantes no consiguieron acceder al destino solicitado como primera opción, un problema que podría agravarse en los próximos años de no implementarse una solución por la Administración.
Promoción interna
Otra cuestión es la falta de avances en los compromisos para fomentar la promoción interna y racionalizar los procesos selectivos a los Cuerpos Superiores.
En concreto, el sindicato señala que la promoción interna al Cuerpo de Inspectores no valora a quien forma parte de la organización desde hace años, sus conocimientos técnicos y experiencia. Por el contrario, quienes aprueban son funcionarios noveles, que ya venían preparando la oposición al Cuerpo Superior antes de su reciente incorporación a la Administración.