Tagus, la empresa concesionaria del servicio municipal de agua potable y alcantarillado de Toledo, ha estrenado once nuevos vehículos después de haber perdido parte de la flota en la DANA del pasado mes de septiembre. En concreto, se trata de siete furgonetas, tres coches y un camión, que se incluyen a la flota actual, haciendo un total de 25.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha presentado estos nuevos vehículos "más eficientes y sostenibles" tras una compra que, señala, "reafirma el compromiso de la empresa con el medio ambiente y la sostenibilidad".
Y es que cuatro vehículos son eléctricos, cero emisiones, lo que supone una mejora notable en el servicio que se va a prestar, "porque se va a reducir de manera muy importante las emisiones de dióxido de carbono en la ciudad de Toledo a la atmósfera, ya que estos vehículos realizan una media de 30.000 kilómetros al año", ha señalado el alcalde.
Kilómetros que realizan en las calles de la ciudad atendiendo tanto el servicio de abastecimiento, como el de reparación de averías, "un trabajo eficiente", ha señalado el alcalde, "muy valorado por los toledanos ya que siempre que hay una incidencia el tiempo que tardan en solventarlo es muy rápido".
Carlos Velázquez también ha recordado que la empresa sufrió de manera "muy virulenta" las consecuencias de la DANA del mes de septiembre, en la que además de los daños ocasionados en el edificio de la sede central, quedaron inutilizados nueve vehículos, un desastre que ahora han aprovechado para renovar toda la flota, incluyendo estos once vehículos que hoy se han presentado, haciendo un total de 25 a día de hoy.
Acuerdo en mediación y sin huelga
Por otra parte, la dirección de Tagus-Toledo y su comité de empresa (íntegramente de CCOO) han cerrado con acuerdo la mediación previa a huelga instada por la representación legal de la plantilla en respuesta a la amortización de un puesto de trabajo -de una de las pocas mujeres que hay en plantilla- y para solicitar a la empresa garantías de mantenimiento del empleo.
El comité, y la plantilla de algo más de cincuenta personas a las que representa, interpretaron el despido de una compañera "como el inicio de un proceso de amortización de puestos de trabajo"”.
La empresa aseguró el viernes en mediación que "nunca tuvo tales intenciones; que el despido fue un hecho aislado en atención a un caso puntual y que no entra en sus planes amortizar ningún puesto de trabajo más".
"Hemos atendido las explicaciones de la empresa y las damos por buenas. Salimos de la mediación con la garantía de que nuestros puestos de trabajo no están en riesgo. Nos alegra cerrar el conflicto despejando todas las incertidumbres de la plantilla respecto al futuro de sus empleos y del propio servicio”, ha indicado David de la Cuadra, presidente del comité de empresa de Tagus-Toledo.