El movimiento Sumar ha rechazado la conversión del edificio de San Juan de Dios de Toledo en un hotel y propone que se destine al servicio de la población del Casco Histórico de la capital regional.
"El único argumento que se aporta para justificar la iniciativa es el estado de abandono y deterioro de este edificio histórico, cuya conservación es responsabilidad de la propia Diputación, su propietaria, a la que no se le ha requerido para ello. En vez de estudiar distintas alternativas para este edificio público, uno de los más grandes del Casco Histórico, que permitieran mantener su uso dotacional y de servicio a la ciudadanía, se opta por un cambio de uso que permitirá su rehabilitación y el lucro del concesionario, pero elimina su carácter público y cercena cualquier posibilidad de destinarlo a fines de interés social", lamentan.
Según Sumar, "es conocida la demanda vecinal de disponer de equipamientos para la tercera edad en el propio barrio, que garantice la permanencia y el arraigo de un vecindario envejecido, para lo que este edificio sería idóneo". Alternativamente, este edificio podría contribuir a "satisfacer la necesidad de vivienda asequible, sobre todo en alquiler, dada la competencia entre uso turístico y residencial".

"Sin embargo, el plan del PP, al frente del Ayuntamiento y la Diputación es otro: convertir el casco histórico en un decorado sin vecinos. La sobrexplotación turística del barrio provoca escasez de vivienda residencial y subida de precios. Además, en muchas ocasiones la actividad turística impacta negativamente en la rutina vital de vecinos que deberían tener derecho al descanso", han lamentado.
El movimiento apunta que según el INE hay ya en Toledo 733 viviendas de uso turístico que se comercializan, la mayoría en el Casco Histórico, y se está autorizando el cambio de uso de edificios completos para convertirlos en apartamentos turísticos, "amparados en una reciente normativa municipal que venía supuestamente a regular y contener su proliferación".
"A eso hay que sumar edificios residenciales que están pasando a ser hoteles 'boutique', con el incentivo de una norma anacrónica que mediante un coeficiente de conversión incrementa el aprovechamiento para ese uso, o el caso de los 11 edificios residenciales de la calle de La Plata que se convertirán en un macrohotel", añaden.
Sumar prosigue recordando que "Toledo ya es, según los propios datos del proyecto, la ciudad Patrimonio de la Humanidad de España con mayor número de plazas hoteleras con relación a su población residente". "Merece la pena destacar cómo el Plan infravalora el impacto del hotel en la movilidad motorizada y el aparcamiento de la zona de la Judería, estimando entre 5 y 11 vehículos diarios, con el argumento de que se optará por acceder en transporte público y que hay suficiente oferta de aparcamiento".
En este punto, añaden que "no se considera el deficiente servicio del autobús, la escasez de plazas ORA de residentes o que, aunque fuesen pocos vehículos, llegarían a una zona de conflicto con el uso peatonal y proclive a una circulación errática".
"La supuesta ganancia de abrir 620 metros cuadrados de patios interiores del edificio a la plaza de Barrio Nuevo, que se ofrece dentro de la cesión obligatoria por normativa, no detalla su uso público y permite sospechar que acaben teniendo uso hostelero en forma de terraza por ejemplo".
"Por todo ello, resulta paradójico que este proyecto se inscriba en un supuesto programa de regeneración del Casco Histórico auspiciado por Diputación y Ayuntamiento publicitado con el lema 'Toledo emerge'. Aún se está a tiempo de reconsiderar este proyecto para que sirva de verdad a la regeneración urbana y para la mejora de las condiciones de vida de la población residente. Proponemos suspender el trámite del PERI y que se abra un concurso de ideas para decidir un destino del edificio que permita su conservación y al tiempo mantener su uso y servicio públicos", concluyen desde Sumar.