Sorolla vuelve a Toledo. El espíritu del maestro valenciano de la luz se podrá visitar en la nueva exposición temporal que acogerá el Museo del Greco entre el 13 de julio y el 29 de octubre, 'Viajar para pintar. Sorolla en Toledo', enmarcada en las actividades de conmemoración del Centenario Sorolla. La muestra reúne doce paisajes de vistas de la ciudad, así como tres lienzos de 'Tipos de Lagartera' y varias postales, fotografías y también un libro de firmas con la rúbrica del valenciano.
La relación entre Joaquín Sorolla y el Museo del Greco se remonta hasta los orígenes de la casa museo, tal y como explicó Rosa Becerril, directora del museo estatal situado en Toledo. El valenciano visitó la ciudad en 1906 y 1912, y además era amigo del Marqués de la Vega-Inclán, fundador del centro museístico. La exposición constará de dos salas, en las cuales se podrá ver también el retrato del marqués y también el libro de firmas donde aparece la firma de Sorolla, que participó en el Patronato cuando el museo empieza en 1911.
El director del Museo Sorolla, Enrique Varela, ha señalado que las exposiciones de 'Viajar para pintar' son uno de los proyectos principales de la conmemoración del Centenario Sorolla. “Se nutre de la idea de llevar aquellos lugares donde Sorolla pintó obra significativa con gran impacto”, señala. De este modo, el Museo madrileño llevará la obra a las localidades dónde se produjo esta línea de trabajo del valenciano. La primera exposición se inauguró en San Sebastián.
“El alma de Sorolla no sólo está en los cuadros, sino también en el Museo del Greco”, afirmó Varela, que aseguró que están “de felicitación” por el proyecto que ayudará a territorializar el trabajo del valenciano y también a sacar obras de los almacenes que es donde están en muchos casos”.
El comisario de la exposición, el conservador del Museo Sorolla, Luis Alberto Pérez, explicó que los dos viajes en los que se sustenta la muestra son “importantísimos” para la obra del maestro de la luz. En el caso del viaje en 1906, muestra la evolución del trabajo de Sorolla tras conocer las vanguardias parisinas. “Reproduce esta serie de cuadros donde se exponen algunos que nunca se han visto en Toledo y son una maravilla para contemplar las influencias. Es un Sorolla que con ese pensamiento de libre enseñanza y nueva construcción del paisaje va a demostrar todo su talento en los paisajes de la naturaleza toledana”, resalta.
En 1912 regresa con el encargo que recibe del millonario norteamericano Archer Milton Huntington para decorar la Biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York. “El proceso le obligó a recorrer todo el país”. Y de este modo, viajó también a Oropesa, Lagartera y Talavera de la Reina. En Lagartera estuvo en marzo de 1912, donde pintó personajes de cuerpo entero y tamaño natural, con especial atención a sus trajes y rostros.
Fue en este viaje cuando hace uno de sus cuadros más importantes, donde retrata a una joven lagarterana. “Es el Sorolla que queríamos mostrar, uno no tan conocido y capaz de triunfar con paisajes que llegarán a exposiciones internacionales”, señala. “Es un Sorolla que muestra su modernidad con las vistas impresionistas de las Covachuelas y el visitante podrá apreciar su capacidad de síntesis de un artista que se perdió en el laboratorio de Toledo”, explicaba Pérez.
Junto a la exposición se ha organizado un serie de actividades paralelas que comienzan el 13 de julio con el concierto del dúo Paloma Friedhooff y Pablo Rioja, que interpretarán el repertorio 'Tonos de luz' en el Museo del greco. El 10 de agosto se ofrecerá otro concierto con motivo del aniversario de la muerte del artista valenciano. El 28 de septiembre se celebrará una jornada científica en la Real Fundación de Toledo. También se ofrecerá un taller de bordados de Lagartera y un concurso de vistas de Toledo.