
Imagen: Policía Local de Toledo
La supuesta fiesta ilegal que la Policía Local de Toledo desalojó el fin de semana anterior en un pub de Santa Bárbara no era tal. Se trataba de la grabación de un cortometraje para un trabajo de clase en el que participaban los once jóvenes -siete de ellos menores de edad- a los que se acusaba incluso de tener armas simuladas y que eran, en realidad, pistolas de juguete.
Así lo ha confirmado el concejal de Seguridad y Movilidad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, en una rueda de prensa en la que ha señalado que "aunque sí es cierto que superaban el número máximo de personas que pueden reunirse -seis-, estaban realizando un trabajo para el instituto", tal y como han corroborado los padres y madres de los jóvenes y el director del instituto -IES Princesa Galiana- en el que estudian.
Además, ha precisado, el local donde grababan es de un familiar que les permitió usarlo para realizar este trabajo escolar y no se encontraba abierto al público en el momento en que realizaban la grabación del cortometraje, cuyo guion han hecho llegar también al edil.
Por todo ello, la Policía Local ha revisado las sanciones propuestas, retirando la que apuntaba a la tenencia de armas simuladas, aunque sí mantiene la relativa al incumplimiento de las medidas sanitarias por la pandemia por haber superado el número máximo de personas reunidas.
Fuentes cercanas a los jóvenes señalan a este medio que muchos de ellos lo han pasado "muy mal" por los polémicos comentarios y "las barbaridades" que vertieron distintos usuarios en las redes sociales tras las noticias que se hicieron eco de la información que proporcionó tanto la Policía Local como el propio Consistorio.
En ella se indicaba que también había bebidas alcohólicas que, tal y como señalan estas mismas fuentes, se trataba de botellas "caducadas" que todavía están guardadas en el local y que los jóvenes utilizaron como atrezo para la grabación del corto, que versa sobre una banda de mafiosos.