El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene previsto aprobar durante el primer trimestre del próximo año la modificación del decreto regional de Dependencia para introducir cambios de gran relevancia como el aumento “de oficio” de las ayudas a dependientes y flexibilizará las prestaciones económicas para cuidados familiares.
Son algunos de los focos que el Ejecutivo autonómico tiene puestos en las políticas de este ámbito, que continuará activo casi hasta el final de la actual legislatura debido al progresivo aumento de la población más envejecida.
Fuentes de la Consejería de Bienestar Social han avanzado a elDiarioclm.es que está previsto que todos los cambios estén en vigor en abril o marzo del año que viene, con su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM). Actualmente, el documento se encuentra en proceso de participación pública.
El nuevo texto tiene como objetivo cumplir con los objetivos del Acuerdo para la Puesta en marcha del Plan de Choque de la Dependencia 2021-2023 y el convenio relativo al nivel acordado de financiación: por un lado, la agilización y la simplificación del procedimiento de dependencia y por otro a la mejora de las prestaciones económicas.
De esta forma, una de las novedades introducidas es la prioridad en la tramitación de los procedimientos para mayores de 90 años, reduciendo el plazo general de seis a tres meses.
Modelo "centrado en la persona"
En este bloque se introduce también el avance del modelo “centrado en la persona” como hoja de ruta en los equipos interdisciplinares de atención a la dependencia. Esto significa que se recogerán las preferencias manifestadas por los solicitantes de ayudas y se atenderán cuando se cumplan los requisitos. También se eliminará el trámite de propuesta pasando a “resolución directa” cuando las preferencias de la persona sean consideradas adecuadas técnicamente.
Por otro lado, se simplifican los procedimientos de revisión del Programa Individual de Atención (PIA) en aquellos casos en los que los cambios de circunstancias personales o del entorno no impliquen un cambio en la naturaleza del servicio o prestación reconocidos. Los cambios incluyen asimismo un adelanto en la prestación del servicio de teleasistencia cuando la persona haya obtenido su grado de dependencia sin necesidad de esperar a la resolución de su programa individual de atención.
Pero una de las modificaciones más importantes es la mejora de las prestaciones económicas: se realizará un incremento de entre el 5% y el 15% sobre las cuantías individuales que reciben las personas en situación de dependencia en función de su capacidad económica y el grado reconocida. Esta mejora se realizará "de oficio" sin necesidad de que la persona realice ninguna actuación por su parte.
¿Qué prestaciones mejoran? La de cuidados en el entorno familiar (conocidas como PECEF) hasta un 10% y la vinculada a la contratación de servicios (atención residencial, centro de día, ayuda a domicilio o terapias) hasta un 15%.
En la Consejería de Bienestar Social destacan que con ello las prestaciones superarán las establecidas por la legislación básica estatal. Por ejemplo, la ayuda estatal para un Grado III de Dependencia es de 715 euros al mes mientras que en Castilla-La Mancha llegará a los 822 euros al mes. O, en el caso de la ayuda económica para cuidados en el entorno familiar, el importe castellanomanchego llegará hasta los 426 euros mensuales, frente a los 387 euros de la ayuda estatal. En total, la medida afectará a 23.586 personas en el primer año de su implantación con un coste de 7,6 millones de euros.
El grueso de las modificaciones del decreto regional contiene también algunas cuestiones derivadas de la modificación de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de 2006, y que se encuentra en tramitación, dirigidas a facilitar la permanencia de la persona en situación de dependencia en su entorno.
Convivencia por cercanía
El cambio más relevante es la simplificación de algunos requisitos para el reconocimiento de la prestación de cuidados en el entorno familiar, como es el caso de que la persona cuidadora tenga que convivir con la que está en situación de dependencia. Con el cambio, se entenderá cumplida esta obligación aunque no haya convivencia pero la cuidadora resida a una distancia que permita la atención a la persona dependiente.
Por último, también se reconocerá la compatibilidad entre el servicio de ayuda a domicilio y el servicio de promoción de la autonomía personal en sus modalidades de SEPAP-MejoraT y de servicio de productos de apoyo, por tanto, sin reducción de horas del Servicio de ayuda a Domicilio, cuando se reconozcan estos dos servicios de forma simultánea.