El Juzgado de Instrucción número 1 de Toledo ha admitido a trámite la denuncia interpuesta por CSIF por un posible delito contra los derechos de los trabajadores en materia de salud laboral, según consta en una providencia con fecha 4 de noviembre que ha dado a conocer CSIF. Lleva meses denunciando que los trabajadores de la zona de laboratorios del Hospital Universitario de Toledo enferman, sin que se haya aclarado la causa.
Esta resolución permite al sindicato retomar la vía judicial gracias al recurso de apelación presentado contra el auto de archivo de las diligencias, al que se opuso la Fiscalía, para cerrar el Laboratorio de Anatomía Patológica.
CSIF considera que es necesario depurar responsabilidades y también “garantizar la protección de los trabajadores ante posibles secuelas permanentes”. A eso se suma “el miedo y del terrible desgaste físico y psicológico que están padeciendo los trabajadores” y la demora en pruebas diagnósticas como biopsias o citologías, “lo que supone un grave perjuicio a la ciudadanía”.
El sindicato señala que ni la Gerencia del centro hospitalario ni la Consejería de Sanidad “han llevado a cabo las medidas necesarias ni con la urgencia requerida para garantizar la salud y seguridad de los trabajadores”.
La denuncia de la situación lleva sobre la mesa desde noviembre de 2024. La Consejería de Sanidad niega que haya datos “objetivos” que confirmen las intoxicaciones, pero el sindicato insiste en que la plantilla del Laboratorio de Anatomía Patológica, Genética, Microbiología, Bioquímica y Hematología “continúa a día de hoy sufriendo síntomas compatibles con intoxicaciones recurrentes: mareos, cefaleas intensas, vómitos, irritaciones respiratorias y cutáneas, sangrados nasales, alteraciones tiroideas o ferropenia, entre otros”.
Una sala del laboratorio cerrada, pero "siguen las intoxicaciones"
A pesar del tiempo transcurrido sigue sin conocerse el foco del problema, incide CSIF, que recuerda que pese al cierre de la sala de tallado del Laboratorio de Anatomía Patológica en febrero pasado, tras la detección de los niveles fuera de lo normal de formaldehído, y el traslado temporal de parte de los laboratorios, continúan las intoxicaciones.
CSIF entiende que la concesionaria del HUT, el Servicio de Salud regional (SESCAM) y la Consejería de Sanidad “tienen la obligación de salvaguardar la salud y seguridad” y consideran “absolutamente inadmisible que los trabajadores continúen enfermando sin que se aporten soluciones”.
El sindicato recuerda que también se ha dirigido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para descartar que no se esté producido una exposición radiológica o electromagnética en la zona de laboratorios.











