Las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha investigan si el fallecimiento de un hombre de 30 años por fenómenos trombóticos muy graves que se ha registrado este lunes en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo pudiera estar relacionado con la vacuna de AstraZeneca tras haber recibido la primera dosis de este fármaco días antes.
Según trasladan a este medio fuentes del Gobierno regional, el Servicio de Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo notificó el pasado viernes, 9 de abril, a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, una sospecha de reacción adversa a un medicamento en un paciente ingresado en la UVI del hospital Virgen de la Salud.
El varón era profesor interino de Formación Profesional en el IES Universidad Laboral de Toledo. Este martes, el centro educativo hará sonar la sirena a las 9.30 horas y guardará un minuto de silencio en su recuerdo.
Aunque en nuestro país se ha limitado la administración de la vacuna de AstraZeneca a personas de entre 60 y 69 años, la Agencia Europea de Medicamentos ha mantenido su recomendación de seguir empleando esta vacuna a todas las edades ante lo extremadamente infrecuente de los casos de trombos vinculados con el suero. Un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge establece que una persona de 60 años tiene entre 70 y 638 veces más probabilidades de ingresar en la UCI por no vacunarse que de sufrir un trombo por esta vacuna. Aunque todavía no hay evidencia suficiente para establecer la causa de estos extraños episodios, los primeros indicios apuntan a una respuesta inmunitaria alterada de carácter autoinmune en un limitado número de pacientes.