La colocación de candados por parte de parejas enamoradas en puentes y lugares emblemáticos de distintas ciudades del mundo se ha convertido en una práctica habitual en los últimos años. Sin embargo, esta 'romántica' acción puede ocasionar daños estructurales contra los que la ciudad de Toledo se ha puesto manos a la obra.
En concreto, estos días, varios operarios municipales del Ayuntamiento están procediendo a la retirada progresiva de las decenas de candados colocados en la barandilla de la Cuesta de las Armas en el Casco Histórico de Toledo, junto a la estatua de Federico Martín Bahamontes.
El objetivo de esta actuación, según explica la concejala de Obras y Servicios, Loreto Molina, es evitar daños en el patrimonio histórico de la capital regional, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Aun así, la concejala señala que se está trabajando en la colocación de una estructura "donde los ciudadanos puedan colocar esos candados sin dañar el patrimonio cultural y artístico" de la ciudad.