El 1 de enero de 2023 fue en un principio la fecha tope que se marcó para que los municipios españoles de más de 50.000 habitantes aprobaran una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Ante el masivo incumplimiento, se amplió hasta el pasado 30 de junio de este año la aplicación de esta iniciativa establecida en la Ley de Cambio Climático.
En total son 149 las ciudades españolas que tenían hacerlo, entre ellas la de Toledo. Estas localidades deben establecer un perímetro en el que se restrinja el uso de vehículos contaminantes y se fomente el cambio modal a alternativas más limpias. Sin embargo, las que han llevado a cabo la habilitación y puesta en marcha de estos espacios no llegan ni a la cuarta parte. Y además, mucho de lo que se ha hecho no se ha hecho bien.
Las medidas que se prevén a la creación de las ZBE han de reflejarse también en una ordenanza municipal. En este sentido, el Gobierno local de PP y Vox en Toledo ha iniciado esta misma semana la consulta pública previa a su redacción.
En ella plantea a la ciudadanía la siguiente cuestión: "¿Consideras importante, en virtud de lo que establece la Ley, implantar una ZBE que regule el tráfico rodado y el estacionamiento en el casco urbano de nuestra ciudad, con el fin de mejorar la calidad del aire y la calidad de vida de las personas?".
El equipo de Gobierno ha informado de que una vez finalizado el plazo -de 20 días, en un mes vacacional-, recabadas y estudiadas todas las aportaciones de la ciudadanía, se procederá a la elaboración del proyecto de ordenanza, “siguiendo los trámites legalmente previstos”.
Toledo, "sin problemas de contaminación derivados de la movilidad"
El documento de consulta previa publicado recoge que "dado que la ciudad de Toledo no tiene las problemáticas de contaminación derivada de la movilidad urbana de otras ciudades de España, la ZBE no se plantea como un instrumento para la restricción de derechos o a la prohibición del uso del automóvil sino como un instrumento correctivo de las inercias actuales para evitar tener dichos problemas en el futuro".
De esta manera, tal y como ha reiterado en distintas ocasiones el Gobierno local, la implantación de la ZBE no va a conllevar en principio la restricción de circulación en ningún punto de la ciudad. Tampoco en el Casco Histórico, el que más problemas de movilidad presenta.
El planteamiento de la implantación de la ZBE en Toledo, indica también el documento, "se basa en la corresponsabilidad ciudadana, incidiendo en el fomento de la movilidad sostenible, la incentivación de las alternativas menos contaminantes para el desarrollo de la movilidad urbana y la educación ciudadana como ejes principales del proyecto".
Delimitaciones previstas
No obstante, la documentación sí recoge una imagen del Casco Histórico delimitado por una línea amarilla y "no se descarta la implementación de futuras zonas de bajas emisiones de carácter temporal en otras zonas de la ciudad en función del resultado del estudio de las inmisiones medioambientales registradas por las estaciones de contaminación ambiental de la ciudad".
Además, subraya que "la puesta en funcionamiento de la ZBE no prevé modificar el funcionamiento de los sistemas de control de accesos mediante pilonas retráctiles del Casco Histórico".
La cuestión es que el pliego de condiciones para la adjudicación de la puesta en marcha del Sistema de Movilidad Urbana Sostenible y Eficiente en Toledo contempla la instalación de 83 cámaras en 28 puntos, que son financiadas por los fondos europeos Next Generation y que no serían necesarias si la ZBE se restringe al Casco Histórico, tal y como ha anunciado el equipo de Gobierno, donde ya está instalada este tipo de tecnología.
El trámite de consulta pública se marca como objetivo recoger "la opinión de ciudadanos, organizaciones y asociaciones, a fin de poder conformar la propuesta final de implementación de la Zona de Bajas Emisiones en la Ciudad de Toledo, pudiendo presentar sus propuestas en torno a cuestiones como: objetivos y motivación de la implantación de la ZBE; excepciones, autorizados o moratorias que deben quedar reguladas, así como cualquier otra cuestión en relación con la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones.
Las aportaciones y propuestas se pueden enviar a la dirección de correo electrónico: zonabajasemisiones@toledo.es; mediante un escrito dirigido al Registro General del Ayuntamiento de Toledo de forma presencial o mediante sede electrónica, con referencia al número de expediente y asunto que figuran en el encabezado; o a través de un cuestionario publicado en la página web del Ayuntamiento, al que pueden acceder a través de este enlace.
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