
Pilar Bravo durante la presentación de su libro / Foto: Ayuntamiento
La toledana Pilar Bravo ha presentado en la Sala Capitular del Ayuntamiento 'Mosquita muerta', su segunda novela, editada por De Jaque Libros. Centra en su visión cotidiana de la ciudad, este nuevo trabajo representa "un mosaico de la vida corriente de Toledo".
Así lo definió la alcaldesa, Milagros Tolón, que acompañó en la presentación del libro a la autora, vecina de Palomarejos y del Casco Histórico. También estuvieron en la misma la profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Maylene Cotto y Pablo Méndez en representación de la editorial De Jaque Libros.
Muñoz es doctora en Cultura y Patrimonio Histórico por la UCLM y durante 25 años ha trabajado en el Centro de Estudios Internacionales de la Fundación Ortega-Marañón en Toledo, un espacio muy vinculado al que fuera su marido, el escritor e ‘Hijo Adoptivo de Toledo’ Mario Paoletti, fallecido en 2020, y artífice junto con Pilar de la publicación Borges Verbal (Planeta, 1999).

Su nueva obra, ‘Mosquita Muerta’, aglutina escenas costumbristas que la autora convierte en reflexiones sobre los más diversos aspectos del alma humana, logrando con ello una dimensión universal de sucesos aparentemente cotidianos y simples.
Un Toledo reconocible
A través de un lenguaje "claro, sencillo y ameno" la novela nos traslada a un Toledo "reconocible en el que desfilan personas, personajes y lugares emblemáticos de nuestro Toledo más querido", destacó la autora.
"Toledo debe su gran proyección patrimonial a autores de las más variadas disciplinas, investigadores, profesores, poetas y escritores que han apuntalado y construido con sus grandes o modestas aportaciones el gran crisol cultural que hoy conocemos. Una de ellas es Pilar", manifestó la alcaldesa.
Tolón tuvo palabras de reconocimiento para Paoletti y destacó la capacidad de Pilar de "demostrar una vez más, que por muy difícil que sea el momento, el arte y la cultura se abren paso y nos ayuda a superar los retos y los desafíos más complejos".
Bravo recordó también con gran emoción al que fuera su marido en una sala del Ayuntamiento "muy especial" para ella pues fue testigo de su enlace con Paoletti. Dos años después de su fallecimiento, la escritora recalca que ha tomado fuerzas para publicar esta novela, lo que constituye "una satisfacción grande". Además, lo hace desde una temática que le "apasiona" en torno a "cómo las convenciones sociales machacan al individuo".