Emiliano García-Page ya ha entrado de lleno en el debate político sobre la eliminación de las concejalías de Igualdad en algunos de los ayuntamientos que el PP ha pactado con Vox para poder gobernar, como ha sucedido en los de Toledo y Talavera de la Reina. El presidente de Castilla-La Mancha ha amenazado con retirar a esos consistorios los fondos destinados a estas políticas si no acatan las leyes promulgadas en cuanto a igualdad, violencia machista o derechos LGTBI. De hecho, ha adelantado que su gobierno mantendrá la Consejería de Igualdad “por imperativo moral”.
“Se lo plantearé a las nuevas corporaciones. Aquí no valen 'chocotajás'. Si aquí hay ayuntamientos que no están dispuestos a acatar las leyes promulgadas legitima y democráticamente contra la violencia machista, lo que no pueden aspirar es a contar con los fondos que se disponen para mantener servicios en este sentido. Lo uno va con lo otro, o se asume la ley, o no se asume”, ha advertido García-Page.
A este respecto, se ha preguntado “quién se compromete a mantener, o quién quiere quitar” las leyes que existen en España “que han tenido un consenso enorme porque se han votado con grandes mayorías” con referencia concreta a la normativa contra la violencia machista. “Está bien la retórica, puede servir para pescar votos, pero lo que importa es quién se compromete a mantenerlo y quién se compromete a derogarlo”, ha subrayado.
Sobre esta misma cuestión, el PSOE de Castilla-La Mancha ya ha ofrecido al PP un pacto regional mediante el cual los socialistas cederían “gratis” sus votos al PP en aquellas acciones relacionadas con la igualdad y la lucha contra la violencia machista que no pudieran salir adelante en esos ayuntamientos debido al rechazo de Vox.