Ilustres lectoras, ilustres lectores:
Bienvenidos sean al rincón de La Chocolatera, un espacio de reflexión vecinal bajo un pseudónimo que para ser dilucidado solo requiere de un leve meneo neuronal.
¿Qué mejor manera de inaugurar un rincón de pensar que las fiestas disidentes de nuestro Casco Histórico? Este año han debido ser pospuestas, pero en ningún caso canceladas.

Los motores se calientan con suavidad para recibir esas tres jornadas de furor y jolgorio, en las que el vecindario se junta para celebrar que todavía tenemos estos lugares en nuestro turistificado barrio; lugares que son solo nuestros.
La historia de estas rebeldes fiestas -muchas veces criticadas, porque, ¡en fin! al parecer siempre hay que criticar- comienza con nosotras mismas, las vecinas de esta ciudad. Personas, mujeres, hombres, niñas y niños que amamos las ardientes piedras toledanas y que queríamos algo más, un espacio diferente, lleno de colores, luces y vida.
Y ha sido el vecindario el que las ha mantenido vivas, y que cada año espera una fecha de desenfreno a pocos minutos de la puerta de nuestra casa.
¡Que vivan las Fiestas de la Bellota!