Ilustres lectoras, ilustres lectores
Estoy sumida en una despedida larguísima, que este domingo 21 de septiembre cumple un mes. Hablo, como seguramente has podido adivinar, del primer aniversario de la muerte de Paco García Martín, ‘Epícaris’ como era conocido en este loquísimo e intenso mundo de los medios de comunicación.
No ha pasado un solo día en el que yo no haya pensado en Francisco desde que su mujer, Carmen, me avisó de su fallecimiento. Era una persona increíble. Y estaría orgullosísimo de lo que ocurrió este pasado domingo en la Vuelta Ciclista y en cómo la fuerza popular dijo que ya basta de blanquear genocidios y que hasta aquí hemos llegado. O eso quiero pensar.

Te echo de menos, Paco, no me gusta nada no verte por la calle. Qué tristeza perderte, amigo.
En abril de 2024, cuando habían pasado unos seis meses de los primeros ataques de Israel a los territorios palestinos ocupados, Paco tomó la palabra en un pleno del Ayuntamiento de Toledo, como activista de Amnistía Internacional, una de las tantas causas a las que dedicaba su vida. Familia, patrimonio, derechos humanos, memoria histórica. ¡Estabas ocupado, eh!
“El sufrimiento humano masivo, la devastación y la destrucción que presenciamos cada hora en Gaza no tienen fin a la vista. El riesgo de que Gaza se transforme en la mayor prisión al aire libre del mundo en un gigantesco cementerio se ha materializado de forma aplastante ante nuestros ojos”, describía entonces Paco. Lamentamos comunicar que todo apunta a que sus predicciones lo más seguro es que resulten ciertas.
“Ante esta situación sin precedentes es vital un alto el fuego inmediato, acatado por todas las partes y que permita que las agencias de ayuda humanitaria hagan llegar ayuda suficiente a la franja y la distribuyan de forma segura y sin condiciones”, pedía entonces en nombre del grupo local de Amnistía Internacional.
Lamentablemente, las peticiones que Paco hacía hace más de un año no se han cumplido aún. Pero la población ya se muestra impasible, amigo. Me gusta pensar que te alegras de verlo, desde donde sea que estés.