La ciudadanía castellanomanchega somos conocedores del gran patrimonio ambiental del que disponemos en nuestra región. Un patrimonio que, en muchas ocasiones, se encuentra descuidado por las administraciones por falta de recursos o por intereses de otra índole. El lamentable estado del río Tajo, en todo su recorrido, la creación de macrogranjas en la provincia de Cuenca, el uso indebido de los pozos ilegales de las Tablas de Daimiel, el crecimiento urbano descontrolado en Guadalajara o las plagas de mosquitos durante la época estival en Albacete, son solo parte de los problemas que encontramos en nuestra comunidades, por no hablar de la cantidad de basura y vertederos ilegales que tenemos en cualquier camino o senda. Este continuado maltrato a nuestro medio ambiente está produciendo un deterioro que afecta directa y de forma negativa a nuestra calidad de vida, incrementa la mortalidad consecuencia del cambio climático, daña nuestros cultivos y animales, hace que nuestro poder adquisitivo disminuya y mata nuestra tierra.
Todas estas cuestiones, que afectan en el día a día de nuestras vidas, deben ser trasladadas a la Unión Europea para que se tomen medidas reales y efectivas, valientes, y para ello necesitamos representación en el Parlamento Europeo. Pero no cualquier representación. Necesitamos en Europa personas que establezcan sus bases en la ciencia, que sean sensibles a la cuestión ambiental y social, y no sean ajenas a la realidad que nos rodea. No podemos dejar nuestras vidas en manos de quienes niegan la realidad medioambiental y dan la espalda a los problemas reales de la gente.
En Sumar tenemos claro que el crecimiento económico descontrolado y voraz está produciendo un agotamiento irreversible en la naturaleza, que ya se ha mostrado incapaz de mantenerse por más tiempo. Y tenemos el convencimiento de que, para acabar con este sistema enfermo, la única alternativa es el decrecimiento. Un decrecimiento basado en un cambio radical donde el ocio social prime sobre el ocio basado en el consumo, que apueste por el reparto de trabajo, la sencillez y la austeridad voluntaria, basado en la reducción de infraestructuras productivas, administrativas y de transporte, entre otras medidas. Desde Sumar trabajaremos por la firma de un Pacto Verde Europeo mejorado que desarrolle una política industrial climática y que apueste por las energías renovables
Este cambio de mentalidad es necesario y urgente. Un cambio que debe producirse en todos nosotros y todas nosotras, y que nos ayudaría a que el consumo de alimentos de proximidad y de temporada se incrementase, favorecería la socialización entre vecinos y vecinas, aumentaría nuestra conciencia social y medioambiental, repercutiría de forma positiva en la economía de todos y todas, y no sólo en la de unos pocos como hasta ahora, ayudaría a que entenderíamos los espacios comunes como espacios donde poder disfrutar, donde poder vivir en las condiciones adecuadas, en definitiva, mejoraría nuestra calidad de vida, mejoraría nuestras vidas.
Mies Van der Rohe dijo “menos es más” pero en este caso, además, sería más para todos y todas.
María Rodríguez, toledana, candidata de Sumar al Parlamento Europeo