Era de esperar, pero no deja de ser sumamente amargo el encontrarse con la realidad creada por Vox que, tan solo en cuatro días desde la constitución de los nuevos Ayuntamientos, nos describe -con crudeza- en elDiario.es el periodista Juan Luis Sánchez: “Ya no son amenazas. Ya no son hipótesis. Ya no pueden decir que estamos alimentando el miedo, el “que viene la ultraderecha”. Ya son medidas concretas, probablemente solo la superficie de lo que está por venir, pero que anticipan una legislatura durísima para miles de personas en más de 100 pueblos y ciudades de toda España.”
Nos habla de la prohibición en localidades como Náquera (Valencia), Torrijos (Toledo) o Vegas del Genil (Granada) de colgar la bandera arcoíris de los derechos LGTBI en edificios públicos. El paradigma es Náquera donde tampoco habrá más comunicados oficiales de condena tras un asesinato machista ni se convocarán minutos de silencio que rechacen de manera específica la violencia de género, algo que ya ha generado una respuesta preocupada desde Bruselas: “Las manifestaciones pacíficas son un derecho fundamental en todos los países democráticos”, responden en la Comisión Europea.
No queda la cosa ahí. En Elche (Alicante) “desaparece la concejalía de Igualdad, Derechos Sociales y Políticas Inclusivas; ahora hay otra que se llama “Familia y Mayores”. Allí se anulan las políticas de movilidad contra la contaminación, igual que en Valladolid (donde se eliminará el carril exclusivo para bus y taxi), Burgos o Ponferrada. Pero es que en varias de ellas directamente se va a quitar el carril bici” relata el periodista. ¿Pararán la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Talavera como ha pretendido Vox?
En la Ciudad de la Cerámica la primera medida que ha emprendido el nuevo equipo de gobierno de José Julián Gregorio ha sido el desmantelamiento de la Casa Consistorial de los paneles que informaban a la ciudadanía de los contenidos de la Agenda Urbana de Talavera de la Reina. Una Agenda Urbana que molestaba -y molesta- a los negacionistas representantes de Vox, pero que no era de esperar importunase tanto a los del Partido Popular. Hay que recordar que esta Agenda Urbana se aprobó por mayoría absoluta en el Pleno municipal (sin que se haya invertido esta posición), y que a ella solo se opuso el PP bajo la excusa de una supuesta “falta de participación” solo real en cuanto a la falta de implicación de este partido implicación en los trabajos que, con el esfuerzo de todos, sirvieron para dar luz al documento. No han tardado ni cuatro días en retirar a la ciudadanía algo que constituye una útil herramienta para el progreso de la ciudad y que viene avalada desde instancias europeas, suponiendo la puerta para la llegada de más fondos europeos dado que la Unión Europea priorizará aquellos proyectos que vengan de la mano de una Agenda Urbana -como la de Talavera- promovida desde las instituciones europeas.
¿Hay que pensar que el PP de Gregorio está en contra de la Agenda Urbana de Talavera de la Reina? ¿Está también el nuevo alcalde del PP en contra, como Vox, de la Agenda 2030 de la que deriva aquella? La pronta y explicita retirada de la Agenda Urbana de la Casa Consistorial induce a pensar así, pero también es cierto que, fuera de Talavera, el Partido Popular -a diferencia de Vox- sí se ha posicionado a favor de la Agenda 2030 en diversas ocasiones dando eco de ello. Y en algunas de esas ocasiones no ha faltado, como en Castilla y León, fricción con sus socios de la ultraderecha. Sin embargo, ahora el nuevo alcalde y el nuevo concejal de urbanismo de Talavera de la Reina, ambos del PP, dan gusto en la boca a Vox y “desahucian” del Ayuntamiento a la Agenda Urbana tan solo cuatro días después de tomar posesión del gobierno de la ciudad.
¿Qué es la Agenda Urbana de Talavera? Lo primero es conocerla para ver si incluso los representantes de Vox pueden ser incapaces de estar a favor de ella. Con el contenido completo del documento accesible -todavía- en la web municipal hay que recordar que Talavera de la Reina fue uno de los cinco municipios de Castilla-La Mancha que concurrió (en gran parte gracias a la propia iniciativa -e intensísimo y elogiable trabajo- de los funcionarios municipales de Urbanismo que se involucraron en el proyecto) a la convocatoria lanzada desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y que consiguió los fondos a tal fin venidos desde Europa. Y hay que añadir que, en su redacción, se dio un ejercicio de participación sin precedentes en la ciudad, con la activa colaboración de colectivos profesionales, empresariales y, sobre todo, vecinales que -lo hemos dicho gráficamente- cogieron el lápiz y dibujaron de manera literal lo que hoy defenestra la dupla PP-VOX, una hoja de ruta del futuro de la ciudad expresada en un Plan de Acción con 20 retos claros:
• Agua: Degradación del Tajo y su relación con la ciudad; Gestión del ciclo del agua. Inundaciones y sequías; Pérdida de suelo virgen. Excesiva pavimentación impermeable; Renaturalizar la ciudad. Ecosistema endémico; Paisaje urbano y Paisaje natural.
• Tierra: Pérdida de la horticultura tradicional y la ganadería extensiva; Las trazas históricas. La huella en el territorio; El borde la ciudad y las EATIM; La movilidad pública con la comarca, las EATIM y los polígonos industriales; Espacio público privatizado; Problemas de accesibilidad: Las áreas monofuncionales y la calidad del espacio público; Degradación de la ciudad consolidada; Especial atención a las barriadas de la segunda mitad del siglo XX; Dispersión urbana.
• Aire: Desarrollo industrial y modelo de ciudad; Convivencia entre plantas de energía renovable y medio natural; Pérdida de Talavera como cabecera comercial comarcal y nacional; Pérdida de la actividad ligada al Mercado de Ganado. Las ferias y congresos; Equilibrio entre turismo y ciudad. Gentrificación y valorización de la cerámica; El reto del relevo generacional en oficios tradicionales/históricos; Integración de Formación profesional, Universidad y Centros de Investigación; La Brecha digital.
• Fuego: Gestión y sostenibilidad patrimonial; Gestión, difusión y promoción de los trabajos académicos sobre Talavera y su comarca; Gestión municipal. Colaboración y comunicación intermunicipal y supramunicipal; Desarrollo de los programas y fondos europeos. Integración Agenda Urbana y Objetivos de Desarrollo Sostenible; Colaboración público-privada; Gestión de la participación ciudadana. El asociacionismo; Satisfacer la demanda asistencial: Medios, personal y burocracia; Riesgo de exclusión de colectivos vulnerables. Aislamiento respecto a la ciudad.
¿Qué equipo de gobierno no quiere trabajar por sacar adelantes estos retos: mejorar nuestro rio; por mejorar las infraestructuras educativas; por fomentar nuestro sector primario; por integrar el medio ambiente en el conjunto urbano; por mitigar la desigualdad social; por asistir a nuestros mayores; por fomentar la cerámica como seña de identidad; por renovar nuestros barrios, etc? Es esto la Agenda Urbana de Talavera y estos son los objetivos que concreta la misma desde los contenidos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Ahora corresponde al nuevo equipo de gobierno implantar y desarrollar esta Agenda Urbana aprobada por el Pleno municipal en septiembre de 2022. No sólo las autoridades nacionales y europeas harán seguimiento de esta labor sino también el conjunto de la sociedad talaverana. Las primeras por ser un documento global, no exclusivamente local, que se enmarca en un contexto de estrategias nacionales e internacionales en pos de la preservación y mejora de nuestro planeta y de su sostenibilidad. Y la segunda, la sociedad de Talavera, porque en este documento se recogen en forma de objetivos y medidas concretos y tangibles el futuro -compartido- de la ciudad: medio ambiente, desarrollo del sector primario, turismo, artesanía, preservación y mejora del rio Tajo.
Quizás hoy -de momento- solo se trate de paneles. Quizás, y ojalá, el alcalde del PP siga el ejemplo de su compañera de Extremadura y se aparte de Vox y de sus “lonas del odio” como las que este partido ha desplegado en la calle Alcalá de Madrid, porque odiar y destruir cuesta poco y otorga poco bueno, construir el futuro cuesta más, pero también nos da (a todos) más y mejor. Nuestra sociedad quiere lo segundo, quiere futuro.
José Antonio Carrillo Morente, concejal del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina