Noticias Toledo y Provincia | Toledodiario

Toledo | Ultimas noticias de actualidad

Tu diario de Toledo y provincia

  • Portada
  • Toledo
  • Talavera
  • Provincia
    • Illescas
    • Seseña
    • Torrijos
  • Opinión
  • Deportes
  • Cultura
  • El Martes
  • Cómplices
    • ¿Qué hacer en Toledo?
    • Eldiario.es C-LM
    • ¿Quiénes somos?
    • Política de privacidad y cookies
Agenda

OPINIÓN | Cuando el trabajo te mata: el fracaso que nadie quiere mirar

“Cada 28 de abril, en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las instituciones públicas, las organizaciones sindicales y algunos sectores de la sociedad civil se reúnen para hacer balance de una realidad dolorosa”

30/04/2025 Fernando Redondo Benito

Trabajadores de la construcción. Foto: Europa Press

Cada 28 de abril, en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las instituciones públicas, las organizaciones sindicales y algunos sectores de la sociedad civil se reúnen para hacer balance de una realidad dolorosa. Se recitan estadísticas, se recuerdan tragedias, se prometen mejoras. Y, sin embargo, año tras año, la herida permanece abierta: trabajar sigue siendo, para demasiadas personas, un riesgo para su vida, un atentado diario contra su salud, una amenaza soterrada que no cesa de crecer.

No estamos ante una situación nueva ni coyuntural. Se trata de un problema estructural, profundamente arraigado en el modelo laboral y económico que hemos construido y aceptado. Un modelo que mide su éxito en cifras de productividad y crecimiento, pero que permanece ciego ante el coste humano de sus propios mecanismos. Un modelo que tolera que millones de trabajadores y trabajadoras paguen con su salud mental y física, y a veces incluso con su vida, el precio de mantener un sistema de beneficios que no se detiene ante nada.

La enfermedad mental relacionada con el trabajo no es un fenómeno marginal. Es, cada vez más, el síntoma de un malestar estructural que atraviesa todas las capas del mundo laboral. Las cifras son estremecedoras: en 2023, cerca de 600.000 personas en España necesitaron una baja médica por problemas de salud mental relacionados con el trabajo. La precariedad, la inseguridad permanente, las jornadas interminables, los entornos tóxicos y la violencia organizacional han dejado de ser situaciones excepcionales para convertirse en el nuevo paisaje cotidiano del empleo. Y no hablamos solo de estrés o ansiedad leve: hablamos de depresiones profundas, de suicidios, de vidas destrozadas por la presión insoportable de un trabajo que deja de ser medio de vida para convertirse en factor de muerte.

La tragedia del trabajador del Ayuntamiento de Albacete, obligado a reincorporarse a un entorno laboral que había minado su salud mental hasta empujarlo al suicidio, no es un hecho aislado. Es el reflejo de un sistema que prioriza el cumplimiento formal sobre el bienestar real de las personas. Es la demostración de que muchas organizaciones siguen considerando a sus empleados como recursos prescindibles, como piezas intercambiables de un engranaje productivo, en lugar de reconocer su valor intrínseco como seres humanos. Que un juzgado haya tenido que declarar el suicidio de este trabajador como accidente laboral dice mucho de la ceguera y el abandono que siguen predominando.

Este drama no se limita a determinados sectores o perfiles de vulnerabilidad. Afecta transversalmente a todas las edades, niveles educativos y condiciones sociales. Aunque es cierto que quienes más sufren sus consecuencias son aquellos atrapados en trabajos precarios, mal remunerados, con horarios imposibles y sin redes de apoyo reales, la enfermedad laboral avanza también entre trabajadores cualificados, en oficinas aparentemente seguras, en puestos que, a primera vista, no parecen lugares de riesgo. La enfermedad laboral hoy no se manifiesta solo en el cuerpo: también en la mente, en el ánimo, en la esperanza aniquilada de millones.

La enfermedad laboral hoy no se manifiesta solo en el cuerpo: también en la mente, en el ánimo, en la esperanza aniquilada de millones"

Frente a esta realidad, no podemos seguir hablando de accidentes ni de desgracias inevitables. Cada enfermedad mental causada por el trabajo, cada suicidio vinculado a la presión laboral, cada baja por ansiedad o depresión es el resultado de un fracaso colectivo. Un fracaso político, porque no se están adoptando las medidas legislativas necesarias para garantizar la protección efectiva de la salud en el trabajo. Un fracaso empresarial, porque demasiadas compañías siguen ignorando las condiciones reales en las que sobreviven sus plantillas. Y un fracaso social, porque hemos asumido como normal el dolor, la angustia y la enfermedad como parte inseparable del contrato laboral.

No bastan las declaraciones de buenas intenciones ni las campañas puntuales de sensibilización. Se necesita una transformación profunda de las políticas laborales, de los marcos normativos, de las culturas empresariales y de las actitudes sociales. Es urgente reforzar las inspecciones de trabajo, aumentar las sanciones a quienes incumplen, blindar legalmente el derecho a la desconexión real, garantizar la estabilidad en el empleo, limitar las cargas laborales y proteger de manera efectiva la salud mental de los trabajadores y trabajadoras.

Pero, sobre todo, hace falta un cambio radical de mentalidad. Hay que dejar de premiar el culto al presentismo, al sacrificio insano, a la disponibilidad permanente como supuestos signos de compromiso o éxito profesional. Hay que romper con la lógica de que quien aguanta más presión, quien trabaja más horas, quien renuncia a más vida personal es el mejor trabajador. Esa lógica no solo enferma: mata.

El trabajo debería ser, en una sociedad justa y civilizada, un medio de realización personal, de crecimiento, de integración social. No puede ser un factor de exclusión, de sufrimiento, de muerte. Mientras no entendamos esto, mientras sigamos permitiendo que las estadísticas de bajas y suicidios laborales aumenten sin que nada cambie de verdad, seguiremos fracasando en lo esencial: en cuidar a quienes hacen posible, cada día, la vida de nuestras sociedades.

Cada trabajador roto por el sistema, cada vida perdida en silencio, cada enfermedad ignorada nos señala como responsables. No podemos seguir permitiendo que trabajar sea jugarse la vida. No podemos seguir aceptando que quien enferma en su puesto de trabajo sea abandonado, estigmatizado o simplemente sustituido.

Este 28 de abril no debería ser un día más en el calendario. Debería ser un punto de inflexión. Una fecha para asumir que la seguridad y la salud en el trabajo no son un extra ni un favor: son derechos humanos básicos. Y que su vulneración, más allá del drama personal que implica, es una traición directa a los principios democráticos más fundamentales.

Porque cuando el trabajo te mata, el silencio es complicidad. Y si no cambiamos ahora, si no actuamos con decisión, seremos cómplices del dolor, del abandono y de la muerte de miles de personas cuya única culpa fue querer ganarse la vida.

Relacionado:

  • OBITUARIO | Gracias Ángel, referente en la década de los 70 y 80 de las organizaciones empresariales de Toledo
    OBITUARIO | Gracias Ángel, referente en la década de los 70 y 80 de las organizaciones empresariales de Toledo
  • Opening_of_the_Holy_Door_2015
    OPINIÓN | Francisco, el Papa que habló desde las heridas del mundo
  • obras operario empleo construcción
    OPINIÓN | Siniestralidad laboral, el precio de una vida en un sistema que privilegia el beneficio
  • urgencias sescam ambulancia emergencia uvi 112
    OPINIÓN | Silencio mortal: la deuda pendiente con la siniestralidad laboral

Publicado en: Opinión

Entradas recientes

  • El proceso sin pruebas contra el “izquierdista y peligroso” Félix Urabayen
  • Fallece un hombre de 52 años tras salirse de la vía el turismo que conducía en Casarrubios del Monte
  • El grupo toledano Mauri continúa su andadura con el lanzamiento del tema 'Oro y Plástico' producido por Brian Hunt
  • Más de 500 personas podrán disfrutar del castillo de San Servando de Toledo y un concierto musical el 27 de junio
  • La Marcha por Gaza desafía el calor y reúne a cientos de personas en Toledo para pedir el fin del "holocausto colectivo"

Además

Hallan un cadáver en el interior de un vehículo incendiado en Villanueva de Bogas

Un paseo multicolor o una charla sobre los 20 años de matrimonio igualitario, entre los actos del Día del Orgullo LGTBI en Toledo

CCOO denuncia carencias de climatización en colegios en La Sagra y pide medidas para proteger la salud

Tolón afirma que es "imprescindible" que Pedro Sánchez reestructure el PSOE tras "la decepción" con Santos Cerdán

El Colegio de Médicos cifra en un 80% el seguimiento de la huelga de facultativos en el Hospital Universitario de Toledo

Cortes de tráfico en Toledo por la Carrera del Corpus, la procesión de la Virgen de la Estrella y la Carroza del Teatro Real

Paralizan el derribo del cuartel de la Guardia Civil de Toledo tras un informe técnico positivo en amianto

Segundo intento fallido para vender tres parcelas municipales en Santa Bárbara pese a rebajarlas 300.000 euros

Copyright © 2025 — Toledodiario.es • Contactar: redaccion@toledodiario.es • tlf: 925 220 640 • c/Santa Fe, 14,2ª Toledo • Más noticias regionales en eldiarioclm.es •

• Información sobre privacidad y uso de cookies • Quiénes Somos •
Noticias Toledo y Provincia | Toledodiario
Toledodiario.es solicita tu consentimiento para usar tus datos personales con estos objetivos:
Utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. Lo hacemos para mejorar la experiencia de navegación y para mostrar anuncios (no) personalizados. El consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o los ID's únicos en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}