La Gerencia del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo ha comenzado una tercera auditoría para verificar el correcto funcionamiento de las instalaciones de ventilación, extracción de aire, climatización y sistemas de mantenimiento de presiones en el área de los laboratorios del Hospital universitario toledano. La verificación se realiza tras el cierre parcial llevado a cabo a finales de febrero por la Inspección de Trabajo, tras una denuncia de CCOO. Los gestores del Hospital toledano han recurrido esta decisión del organismo estatal.
El sindicato denunció la situación ante la Inspección de Trabajo, tras conocerse valores fuera de los rangos límites que marca la normativa estatal de protección de los trabajadores, relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Recordaban igualmente que una treintena de trabajadores ha debido tramitar la baja laboral por sintomatología que se ha asociado a "intoxicación" del personal, como irritación de ojos, piel, náuseas, vómitos o sangrados nasales.
Según informa la Gerencia, esta nueva verificación se enmarca dentro del Plan de Contingencia que contempla el contrato con la empresa especializada SGS España, que estará encargada de realizar los trabajos de auditoría en diversas fases y según se vayan obteniendo los resultados en cada una se pasaría a la siguiente.
También se ha procedido a instalar "elementos de higienización ambiental" en 32 localizaciones del área de los laboratorios del centro hospitalario y 8 medidores ambientales continuos. Se trata, según explican desde la Gerencia, de una tecnología "exclusiva" para el control de los niveles de microorganismos en ambiente, la eliminación de compuestos orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno, sulfuro de hidrógeno, monóxido de carbono, partículas en suspensión y reducción de malos olores.
Además, ofrecen "monitorización en continuo" de estos parámetros combinando la conectividad avanzada con una medición amplia y precisa de los contaminantes del área de influencia de los equipos de higienización, para garantizar entornos más saludables, eficiente y alineados con los más altos estándares de sostenibilidad en hospitales
Mediciones ambientales y vigilancia de la salud
Por otra parte, las fuentes hospitalarias aseguran que desde el servicio de Prevención de Riesgos Laborales continúa realizando mediciones ambientales y la vigilancia de la salud de los profesionales. Para ello se está haciendo un "seguimiento de salud" y también toma de muestras de orina, para la detección de agentes químicos.
Respecto a la actividad asistencial, desde la pasada semana y debido a la paralización de la sala de tallado, además de proceder a cambiar los circuitos, se han derivado a un laboratorio externo las muestras preferentes para proceder a su estudio.
También desde este martes el proceso que se llevaba a cabo en esta sala del Hospital Universitario de Toledo se realiza en otros centros del sistema sanitario público regional con los profesionales del centro hospitalario toledano, mientras que el resto del proceso se hace en el Hospital Universitario de Toledo.
Los trabajadores y trabajadoras del Servicio de Anatomía Patológica del hospital universitario de Toledo se han encontrado esta mañana, a las 7 horas, un cartel en la puerta de la zona de tallado, donde se manipula el formaldehído, que anunciaba el cierre de la actividad de este servicio, según han informado los delegados y delegadas de prevención del centro hospitalario, a través de UGT.
Cierre parcial de los laboratorios
La Inspección de Trabajo decretó el cierre de la actividad de la zona de tallado del Servicio de Anatomía Patológica el pasado 25 de febrero. Es en este lugar donde se manipula el formaldehído, sustancia de la que se decretaron valores fuera de lo normal en los laboratorios.
"Hemos pasado del no hay nada porque no existe nada del consejero de Sanidad, a la paralización de esta parte del servicio donde se manipula el formaldehído, el compuesto químico que ha salido con niveles por encima de rango en varias mediciones”, apuntaban entonces delegados y delegadas de prevención, según informó UGT. También lamentaban que el resto de zonas continuasen con la actividad “como si nada estuviera sucediendo”. Advertían igualmente de que había "riesgo grave e inminente" para la salud de los trabajadores y afeaban a la Gerencia toledana de "subestimar los riesgos" para su salud.
Por eso reclamaban el cierre de la actividad de todo el servicio del Laboratorio de Anatomía Patológica y "asegurar" así "la salud de todos los trabajadores y trabajadoras”.