Aunque la desnudez ha dejado de ser un tabú, hay ciertas partes del cuerpo que se siguen tapando. Sobre todo si muestran cicatrices, como las que deja el cáncer de mama. No es el caso de un grupo de mujeres toledanas afectadas por esta enfermedad que, venciendo a su pudor y a los corsés que imponen los cánones estéticos, han decidido desnudarse para dar luz a esas heridas que, además del cuerpo, lo son del alma.
Así lo relatan en conversación con Europa Press Amanda Ascarza Sánchez de Rojas y Ana Pérez Herrera, artífices de 'Naççer', la exposición que muestra hasta el 5 de abril las huellas físicas de esta enfermedad en el campus de la Fábrica de Armas.
Fue el diagnóstico de cáncer de mama a una amiga el que acercó a Amanda, fotógrafa de profesión, a la Asociación de prevención y Atención de afectadas por cáncer de mama (Apacama) de Toledo. "Me he dedicado toda la vida a la fotografía y quería aportar mi granito de arena con el calendario que realiza la asociación".
Pero tras la edición del almanaque de 2024, las integrantes de Apacama quisieron dar un paso más y mostrar a los familiares, para dimensionar "la logística" que hay detrás de cada caso.
Desnudarse, mostrar las cicatrices
"En esa sesión de fotos para el calendario las protagonistas empezaron a atreverse a desnudarse, no solo físicamente sino también con el alma, y a mostrar esas cicatrices", relata la captora de esta muestra, que explica que optaron por que las imágenes que la integran, a diferencia de las del calendario, fueran en blanco y negro
"El fondo negro representa las sombras de la enfermedad. Pero la iluminación y la naturalidad de las protagonistas que se ponían delante de la cámara ha sido la clave de estas fotografías, que aunque tengan un mismo hilo, cada una cuenta una historia diferente".
Si el color de las imágenes ha sido elegido a conciencia, el título de la muestra, 'Naççer', tampoco ha quedado al azar. "Es un guiño al pecho. Las dos 'ç' tienen abajo el puntito, el pezón. Pero además, si se baila con las letras, la palabra nacer también es cáncer. Por eso las dos 'ç'".
La sala de exposiciones de 'Envases de Cartón' es la tercera sede de la muestra, tras recalar en el Hospital Universitario de Toledo y el Ifema, donde se celebró el VI Congreso Español de la Mama. "La idea es que siga itinerando para ganar visibilidad", cuenta Amanda, que destaca la buena acogida que está teniendo 'Naççer' entre el estudiantado universitario.
"Esta enfermedad no tiene género, no tiene edad", precisa la fotógrafa, que repara en el impacto que las imágenes de la muestra, "que no suelen verse en el periódico ni en Instagram", tienen sobre los visitantes. "Aunque son jóvenes, se dan cuenta de que también les puede llegar a ellos.
Para arrojar luz sobre la enfermedad, la jefa del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Toledo, Cristina Romero, impartirá la conferencia 'Hábitos saludables para prevenir el cáncer de mama ¿Cómo nos cuidamos? Será a las 12.00 horas del próximo 4 de abril, en el aula magna del Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo.
La Asociación de prevención y Atención de afectadas por cáncer de mama nació en 2017 del impulso de Valle Martín, que creyó que su experiencia con el cáncer de mama tenía que servir para algo. "Es una asociación gestionada solo por supervivientes. Con lo cual, sus integrantes empatizan mucho con los nuevos pacientes que buscan esa ayuda de alguien que les entienda", destaca Ana Pérez Herrera, que además de comisaria de 'Naççer', forma parte de Apacama.
"Hay que vivir y ya está"
"Cuando uno no va nunca al hospital y de repente vive en él, necesita saber ciertas cosas", relata esta paciente de cáncer de mama, que explica que las personas que acuden a la asociación a veces tan solo buscan soluciones a cuestiones simples, como los "trucos" que pueden ayudar a llevar mejor el tratamiento de quimioterapia.
Preguntada por los consejos que desde Apacama se pueden dar a las personas que acaban de ser diagnósticas por la enfermedad, Ana repara en que el pronóstico lo es todo. "Mismo cáncer, pero diferente apellido. Cada uno tiene un tipo de tumor y un tipo de tratamiento, que se parece al de los otros, pero no es igual".
Lo que sí les iguala, asegura, es la certidumbre de tener que pasar el resto de sus días con esa palabra y "esa duda". "Hay que vivir y ya está. Porque no solo puedes tener un cáncer. Te puede pasar un accidente", reflexiona esta joven toledana que aconseja "disfrutar y no esperar a nadie para vivir".
"Valentía"
Así lo recogen también muchas de las frases que acompañan a las fotografías que recoge 'Naççer', indica Ana, que destaca la "valentía" de algunas de sus compañeras, que "con 40 años han decidido hacerse una mastectomía completa sin reconstrucción".
"Eso es bastante valiente y hay que normalizar las cicatrices. Es como tenerla en una pierna o en otro sitio. No hay que mirar de forma extraña, ni hay que sentirse menos mujer por eso", termina precisando.